Virgo y Capricornio

~ 𝐸𝓍𝓉𝓇𝒶𝓈 𝟤~

𝓥𝓲𝓻𝓰𝓸 dedica muy poco tiempo a prepararse a sí misma, según ella. Ha intentado, por medio de vídeos tutoriales en YouTube, practicar diferentes peinados y tocados. Según los vídeos, su pelo largo y liso es el ideal para crear miles de peinados, pero ella no consigue hacer ni un moño que no se deshaga en cuanto cruce la puerta de la habitación.

¿El moño que se sujeta con un palillo chino? Eso es brujería.

Pero esto no solo abarca el pelo, sino que también entra en el mismo saco el maquillaje. Que si tiene el parpado caído, que si las pestañas son más cortas y tiene que ponerse pestañas postizas, que si sus labios son dos finas líneas, que si no tiene pecas...Al final, desistió.

"La gran farsa lectora, el querer ser como un personaje literario que nunca se despeina, nunca tiene un pelo y el maquillaje parece aprueba de tsunamis. Desisto, tengo pelo en las piernas, una melena que siempre se enreda y el maquillaje es para quienes tienen pulso. Mejor adaptarse a las circunstancias y dejar de fantasear con ser un ser inanimado."

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𝓖𝓮𝓶𝓲𝓷𝓲𝓼 tiene parte de su habitación llena de sus queridos mangas shoujo. El primero que captó su atención estaba en el fondo de una caja de libros, donación de sus primos. Al igual que la ropa se hereda, las aficiones y los libros también. 

Era la primera vez que leía un manga. El dibujo le parecía muy feo con esos ojos enormes que le ocupaban media cara y esa fina línea que semejaba su boca, y a veces, no había rastro de su nariz o orejas. Incluso el cuerpo le parecía deforme y poco atractivo, pero todo ello fue sustituido en cuanto se sumergió en la historia de aquel raquítico manga.

La historia de dos adolescentes en bachillerato había mermado su primera impresión. Hablaban de su niñez  y del tiempo que podrían pasar juntos ahora, si no fuera porque él tenía que irse de nuevo. Ella le había prometido que le esperaría y él la creyó. Tras años de dura espera, él volvió y se llevó la gran decepción de encontrarla prometida.

El argumento le había parecido sencillo, pero el desarrollo de la historia, el gran abanico de emociones que presentaban los personajes y su lenguaje del amor, le habían llenado el corazón, incluso conmovido.

Ahora es un aficionado a leer manga juvenil y a coleccionarlo, claramente. No era la primera advertencia de sus padres sobre el poco control que tenía de su dinero.

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𝓔𝓼𝓬𝓸𝓻𝓹𝓲𝓸 conoció a Capricornio porque en aquel momento tenían un amigo en común. No eran pocas las veces en las que quedaban para dar vueltas por la ciudad, a veces sumidos en un silencio incómodo y otras en medio de conversaciones que nacían de la nada, sin tener un claro objetivo.

Una tarde de principios de verano, en el viaje de fin de curso de secundaria, el amigo que tenían en común les propuso probar el tabaco. Le había robado un par de cigarros a su hermano mayor para saber como era eso de hacerse mayor fumando. Capricornio y Escorpio se negaron al principio, no les llamaba la atención. Sin embargo, cuando él le dio la primera calada, como si estuviera acostumbrado a fumar, su curiosidad llamó a la puerta.

Parecía fácil.

Capricornio fue el primero en probarlo. Tosió en cuanto aspiró ese aire apestoso que le raspó la garganta y que se coló por su nariz, provocándole cosquillas. Escorpio lo probó después, y tuvo la misma reacción. Ambos tosieron varias veces, descartando ese sabor, mientras su amigo se reía a carcajadas de ellos.

Escorpio no entendía como le podía gustarle, y aún a día de hoy no entiende el porqué Capricornio fume. En un pequeño hueco de su mente, la culpa le asalta. Si no le hubiera conocido, seguramente no habría fumado nunca, piensa a veces refiriéndose a Capricornio.

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Cuando 𝓢𝓪𝓰𝓲𝓽𝓪𝓻𝓲𝓸 está sola en casa -y se asegura que está sola-, saca del fondo del armario un pijama de gatito de cuerpo entero. Aprovecha estas contadas ocasiones para ponerse al día con alguna serie larga que ha dejado a medias por la extensión de los capítulos, o hacer alguna maratón de sus películas favoritas.

Incluso ha diseñado diferentes listas de películas, tanto vistas como no, que se enfocan en ciertas temáticas según del humor que tenga en ese momento. Por ejemplo, cuando tiene el período y tiene el cuerpo molido debido al cansancio de los días previos y al dolor permanente en la pelvis, le apetece ver películas de acción, con tiroteos y asaltos. Al ser tramas en donde los personajes están descargando mucha adrenalina, ella acaba tan metida en las historias que se une a esa euforia.

Incluso se marca un monólogo, porque no todo lo que ocurre en estas películas tiene porqué gustarle.