Virgo y Capricornio

~ 𝒫𝒶𝓇𝓉𝑒 𝟣𝟢 ~

𝒩𝒶𝓇𝓇𝒶  𝒱𝒾𝓇𝑔𝑜

Ha pasado una semana desde que le he contado a Cancer el plan y comienzo a estar muy molesta. No por el hecho de que Cancer se haya negado a ayudarme, si no porque Sagitario se pasa todo el día pegada a Capricornio. 

No sé que habrá pasado en esa cita, ni me importa, pero me siento ignorada por mi amiga y eso me molesta.

Debería estar contenta por ella, pero no lo estoy. Nunca pensamos en qué pasaría si una de nosotras tuviese pareja, el qué ocurriría con nuestra amistad. Me siento molesta porque ella ha elegido a Capricornio antes que a mi, pero también me siento estúpida por pensar así.

Deshago mis pensamientos cuando veo a Tauro entrar en mi habitación. Frunzo el ceño y me saco los cascos para poder escucharle.

- Te llaman.- dice con un tono de molestia.

- ¿Cómo que me llaman?- pregunto confundida.

Tauro frunce el ceño.

- Sí, tú móvil está sonando como un desquiciado.- explica antes de cerrar la puerta.

Pongo una mueca de fastidio y salto fuera de la cama, deshaciendo el rollo de primavera que era entre las mantas. ¿Quién puede estar demandando mi atención? Sagitario está muy ocupada con Capricornio como para querer hablar conmigo, y Cancer no suele mandarme muchos mensajes. 

Nuestras conversaciones son más casuales.

Bajo las escaleras en calcetines, sintiendo el contraste de temperatura de mi habitación y el resto de la casa. Ha estado lloviendo toda la semana y hoy no es la excepción.

Llego al salón donde está Tauro viendo una película con nuestros padres. Mientras que papá está profundamente dormido, mamá se aferra con fuerza a la manta devorando un tarro de palomitas. Ante mis ojos no pasa desapercibido la mirada que le dedica Tauro al tarro de palomitas.

"Al fin y al cabo son madre e hijo." pienso.

Mientras que busco mi móvil escucho como mamá le grita a la pantalla con fervor, lo que hace reír a Tauro. Le dedico una mirada de reproche. Por mucho que le grite a la televisión no va a impedir que los personajes hagan otra cosa.

- ¡No entres ahí!- grita ella.

Su rostro muestra una mueca un tanto extraña, entre miedo, sorpresa y algo que no logro describir muy bien con palabras.

- Mamá, que no te pueden oír.- responde Tauro riendo.

Hace que no lo escucha y vuelve a exclamar lo mismo, provocando que papá despierte confundido.

- ¿Qué pasa?- pregunta arrastrando las palabras.

"Esta situación es un tanto irreal." pienso aun buscando el móvil. Paso por delante de la televisión y Tauro se queja por la interrupción. Le dedico un gesto poco cariñoso y mamá me riñe.