Virgo y Capricornio

~ 𝐸𝓍𝓉𝓇𝒶𝓈 𝟣~

*Este capítulo estaba dedicado anteriormente a decidir sobre el futuro de la obra, y como ahora ya está completa, lo utilizaré para dejar contenido extra.

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𝒞𝒶𝓅𝓇𝒾𝒸𝑜𝓇𝓃𝒾𝑜 suele practicar las técnicas de dibujo en dos sitios; el primero, en su habitación y el segundo, en un parque que queda a 20 minutos caminando de su apartamento. Lo frecuenta durante la semana, después de comer, porque sabe que no hay mucha gente y puede dibujar relajado.

Aún está aprendiendo a dibujar manos con realismo y practica diariamente el manejo del carboncillo. Le resulta incómodo porque es un material que se le resbala de las manos al poco que haga fuerza. Prefiere dibujar en óleo o a lápiz, son los métodos a los que recurre la mayoría de veces y con los que se siente ágil.

Si le preguntas por la primera vez que dibujó, siempre te responderá que lleva toda la vida pintando, pero que el primer dibujo que marcó su futuro fue el que hizo para un compañero en la primaria. Le había pedido que dibujase un dragón, pero Capricornio no entendió dragón, sino tiburón.

A su compañero no le hizo mucha gracia; le tenía miedo a los tiburones.

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Los padres de 𝒞𝒶𝓃𝒸𝑒𝓇 le apuntaron a clases de guitarra cuando fue capaz de llegar al mástil sin torcerse como un trapo. 

Al principio no le gustaba, era difícil recordar los acordes y de hacer los cambios de posición con los dedos, pero su maestra fue capaz de atrapar su atención y curiosidad hasta el punto de convertirlo en un alumno con grandes habilidades para el ritmo.

A día de hoy Cancer practica sin dejar de recordar las valiosas lecciones de su profesora y su propio esfuerzo al convertir una actividad que detestaba, en una práctica rutinaria que hace de manera inconsciente. 

En épocas de exámenes -que es cuando está más estresado-, se levanta temprano para tocar un rato antes de irse a clase.

La primera canción que aprendió a tocar en su totalidad fue "Smoke on the water" de Deep Purple. Una vez que aprendes los acordes principales eres capaz de tocar gran parte de la canción. 

Eso lo motivó a seguir aprendiendo.

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𝒜𝓇𝒾𝑒𝓈 tiene facilidad para estudiar sin mucho esfuerzo, lee con relativa velocidad y tiene la costumbre de poner en duda casi cualquier cosa que le dicen. Sin embargo, no tiene un buen oído para el ritmo y cuando se trata de aprender a controlar los mandos de un videojuego, sus habilidades sociales se vuelven inútiles.

A la mínima que tiene un rato libre busca un gameplay  sobre el videojuego que está intentado descifrar esta temporada. Porque sí, para Aries jugar a la consola es equivalente a descifrar un gran enigma.

El último videojuego que se pasó fue Pokemon Sol, le gustó que la criatura de la portada fuera un león. Aunque no completó la Pokedex, consiguió vencer a los entrenadores de la Liga Pokemon en el quinto intento. 

Nada mal para alguien que ha empezado su carrera como entrenador Pokemon en la séptima generación.

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Por difícil que parezca, 𝒯𝒶𝓊𝓇𝑜 es bastante ágil para los deportes. Durante la primaria se inscribió a atletismo con el fin de gastar energía -recomendación del médico-, y terminó el año escolar queriendo volver al siguiente.

Los años se fueron sucediendo uno a uno, Tauro nunca repitió deporte, pero sí fue probando cada uno de los que ofertaba el colegio hasta el punto de tachar toda la lista y quedarse sin opciones. 

Se le había terminado la variedad, así que ahora le tocaba decidir que hacer con su extensa carrera deportiva. 

Decidió optar por otros medios, dedicando su tiempo libre a probar más deportes de manera virtual. De ahí que siempre se le encuentre jugando a algún videojuego relacionado con deportes. E impresionantemente, tiene la misma habilidad para los deportes que se disputan dentro de la pantalla.

Aunque a su madre no le guste, tiene que admitir que la factura en tiritas se ha reducido exponencialmente. Tauro era muy dado a tirarse al suelo para salvar un balón, a rascarse las rodillas con la gravilla o a caer de morros limpiando el suelo con toda la cara.