Albert Wesker, un hombre que buscaba la perfección y el poder para si mismo. Haría lo que fuese con tal de lograrlo, pero todo cambiaria con la llegada de esa niña... Esa niña la cual tenía sus ojos. Unos ojos los cuales provocan miedo a cualquiera...
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Narra Leon...
1998... No lo olvidare jamás.
Ese año ocurrieron los espeluznantes asesinatos de las montañas Arklay. Al poco, se supo la causa. Unos experimentos víricos secretos llevados a cabo por Umbrella. El virus broto en una pequeña ciudad en las montañas, Raccoon City, asentándole un duro golpe que hizo temblar sus mismos cimientos. Para evitar riesgos, el presidente de EEUU puso en marcha un plan de contingencia para esterilizar Raccoon City. Mas tarde, el gobierno de EEUU decreto la suspensión indefinida de las actividades empresariales de Umbrella. Algo más tarde sus acciones cayeron en picada, lo que a efectos prácticos acabo con Umbrella.
Han pasado 3 años desde que tuvo lugar ese horrible suceso... He sido entrenado por una agencia secreta bajo las órdenes directas del presidente. Tengo el cometido de proteger la nueva familia presidencial...
- ¿Y tú? ¿Quién eres realmente? Anda, cuéntanoslo. - Dijo unos de los hombres intentando romper el hielo entre nosotros. - Estas muy lejos de casa, vaquero... Tienes mis simpatías.
- Supongo que así rompéis el hielo por aquí. De todas formas, ya saben de qué va todo esto. Mi misión es encontrar a la hija del presidente. - Dije en un tono calma y serio.
- ¿Tu solito? - Dijo el hombre en tono de burla.
- Supongo que ustedes no vinieron aquí solo para cantar Cumbayá alrededor del fuego, ¿No? Aunque viendo lo visto, ¿quién sabe? - Dije en un tono sarcástico, pero calmado.
- Me parto contigo... Es una orden del jefe en persona... Desde luego, no hemos venido de picnic. - Dijo el hombre dándome la razón a lo que anteriormente había dicho.
- Cuento con ustedes chicos.
Justo cuando iba a encargarme de la protección de la hija del presidente, la secuestraron... Esa es la única razón por la que me encuentro en esta rural zona de Europa. Según inteligencia, datos fiables indican que se ha avistado a una chica muy parecida por los alrededores. Por lo visto, la retiene un grupo aun no identificado. ¿Quién habría imaginado que mi primer trabajo sería una misión de rescate?
- Este camino lleva al pueblo. - Dijo uno de los hombres que me acompañaba.
- Iré a echar un vistazo. - Dije hacia los dos hombres que estaban sentados al frente de mí.
- Nosotros nos quedaremos en el coche. No queremos coger ningún tiquet de aparcamiento por aquí... - Dijo uno de los hombres con un tono irónico.
- Si claro... Tiquets de aparcamiento. - Dije con sarcasmo.
- Buena suerte.
Luego de bajarme del coche recibí una llamada en mi intercomunicador.
- Leon. Espero puedas oírme. Soy Ingrid Hunnigan. Tu contacto en esta misión. - Dijo una voz femenina desde el otro lado.
