Albert Wesker, un hombre que buscaba la perfección y el poder para si mismo. Haría lo que fuese con tal de lograrlo, pero todo cambiaria con la llegada de esa niña... Esa niña la cual tenía sus ojos. Unos ojos los cuales provocan miedo a cualquiera...
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Los días pasaron con normalidad y al fín llegó el momento en el que Wesker acompañado de su hija irían a la isla de su hermana. Wesker sabía que su hermana estaba loca, pero en estos momentos ella es la única en la que él puede confiar.
En todo el viaje, la pequeña niña dormía plácidamente en los brazos de su padre, él cual estaba muy ansioso por llegar. Él sabía que su hermana se llevaría una gran sorpresa con la llegada de ambos, pero ya se lo explicaría todo con lujo de detalle.
El viaje parecía infinito, Wesker realmente ya quería llegar y así poder descansar. Él realmente en estos últimos dos días no ha podido pegar un solo ojo. Por más que quisiera, no podía dormir. No era porque su pequeña hija no lo dejará. De hecho, era todo lo contrario, la beba cuando estaba con Wesker era la más dulce del mundo, pero Wesker no podía dormir, ya que, estaba preocupado por el bienestar de su hija.
Pasaron las horas, y al fín llegaron a la isla de su hermana. Wesker tomo a la pequeña beba la cuál dormía plácidamente entre sus brazos. Antes de bajar del avión suspiro pesadamente pensando en lo complicado que sería todo, pero era lo mejor que podía hacer por ahora.
- Señor Wesker, disculpe la molestia. - Habló uno de los empleados de su hermana. - Su hermana, la señorita Alex, lo espera en el gran salón de la mansión, por favor sígame.
Seguido de eso, el chico comenzó a caminar en dirección a una mansión muy extravagante. Wesker no se sorprendió, después de todo, así era su hermana. Extravagante y egocéntrica, siempre dándose lujos innecesarios y costosos.
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Narra Alex Wesker...
Después de varias horas, mi querido hermano al fín había llegado a mi hogar, estaba bastante ansiosa por conocer a la tan misteriosa persona que lo acompañaba.
- Disculpe señorita Alex. - Habló uno de mis empleados más jóvenes. - El señor Wesker ya está aquí.
- Esta bien, puedes retirarte. - Dije para luego ponerme de pie y ver a mi hermanito con un... una...UNA BEBA...En ese mismo momento, me sentí confundida y sorprendida, mi mente era una tormenta de ideas... Pero una resaltaba más que todas... ''Mi hermano se enamoró de una beba''
Mi hermano pareció leerme la mente. Así que, empezó a hablar. - Es mi hija. Así que, no pienses idioteces, nació hace tres días y su nombre es T/N Wesker...
Estaba aún más sorprendida, no lo podía creer... Mi hermano ¿se casó? pero ha de ser así, ¿En dónde está su esposa? - En... ¿En dónde está la madre de esa cosa? - Pregunte refiriéndome a la niña que mi hermano cargaba.
- Murió en el parto. - Dijo de la forma más fría posible. Conociéndolo, él no me contaría toda la historia, después de todo, yo sólo necesito saber lo más importante.
