Albert Wesker, un hombre que buscaba la perfección y el poder para si mismo. Haría lo que fuese con tal de lograrlo, pero todo cambiaria con la llegada de esa niña... Esa niña la cual tenía sus ojos. Unos ojos los cuales provocan miedo a cualquiera...
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Narra T/N...
Mi cuerpo dolía debido a los cortes profundos que tenía y lo peor era que estaba perdiendo demasiada sangre, y eso no era algo bueno. Decidí no darle importancia y seguir ejerciendo presión en el cuello de Ada para que así, está por fin me revelara la ubicación de mi hermano.
— Carajos habla de una buena vez. — Dije frustrada y enojada por la resistencia de Ada.
— Es.... a- algo en.... vano.... Vamos a morir los tres juntos... Como la familia que debimos ser. — Hablo ella con dificultad debido a la falta de aire.
— Deja de decir estupideces. — Dije en lo que la abofeteaba. — Solo dime en donde está mi hermano... Ya deja toda esta mierda... Perdiste...
— Ambas perdimos... Perdimos al hombre que más quisimos. — Dijo ella en lo que sus ojos se llenaban de lágrimas. — Deja de luchar de una vez... Vamos con tu padre... Ese es nuestro verdadero hogar.
— Yo no perdí, porque siempre tuve el amor de mi padre... Siempre tuve su atención y cariño, mientras tanto tu... Apenas y te dirigía la palabra. — Dije con enojo en lo que le arrebataba el collar que me pertenecía por derecho. — Tu fuiste la culpable de la muerte de Albert... Tu mataste al hombre que amaste... Tu y tus malditos sentimientos enfermos que nunca fueron correspondidos...
— Cállate. — Dijo ella en lo que luchaba por liberarse de las cadenas las cuales la tenían presa. — ¡Yo no lo mate!
— ¡Tú lo mataste! ¡El estaría vivo de no ser por ti! — Dije en lo que tomaba un cuchillo acercándolo a su rostro. — Debería de matarte aquí mismo, pero no lo hare... Eso sería acabar con tu sufrimiento y eso no lo quiero.
— ¿Sufrimiento? Yo deje de sentir el día en que tu padre abandono este mundo. — Dijo ella en lo que sonreía sínicamente.
— ¿Entonces ya no sientes? — Dije yo en lo que me alejaba de ella. — Entonces no sentirás esto...
— ¡Aah! — Su grito de dolor inundo toda la habitación debido a que corte su muslo izquierdo enterrando profundamente el cuchillo en él.
— ¿No que no sentías? — Dije yo en tono burlón en lo que me acercaba a la puerta.
—No...No cantes victoria antes de tiempo T/N. — Dijo ella en lo que hacía una mueca de dolor. — Tu tiempo es escaso... Date prisa o pronto habrá una reunión familiar...
— Las personas como tú me dan asco. — Dije en lo que salía de la habitación y cerraba la gran y pesada puerta. — Al parecer estoy en el piso subterráneo de la mansión... Chris si me escuchas dile a Jungkook que se acerque a la mansión... Hay una pista de aterrizaje, así que debería de ser fácil.
Empecé a subir las escaleras de la mansión que me llevarían a la oficina de mi padre. Porque si, mi padre tenía un maldito pasadizo secreto en donde ocultaba a todas las personas que mutaban debido a las diferentes pruebas que se les realizaban. Realmente nunca supe que pasaba con ellas luego de que eran encerradas aquí, pero ahora no era momento de jugar a ser dora la exploradora.
