Albert Wesker, un hombre que buscaba la perfección y el poder para si mismo. Haría lo que fuese con tal de lograrlo, pero todo cambiaria con la llegada de esa niña... Esa niña la cual tenía sus ojos. Unos ojos los cuales provocan miedo a cualquiera...
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5 días después...
Narra Félix Lee...
T/N y yo nos encontrábamos en una antigua base de Umbrela, esta había sido abandonada hace vario años atrás por lo que no se encontraba nadie. Lo único que había eran archivos y papeles tirados por todos lados. Intente en muchas ocasiones acercarme a T/N y sacarle el dispositivo, pero demonios ella me mataría apenas y me acercase más de lo debido, así que solo tenía una opción... Hablarle de su pasado... Es la única vez en la que ella está lo suficientemente vulnerable como para que yo pueda sacarle el dispositivo, así que no tenía otra opción.
— Perdóname T/N, pero no tengo otra opción. — Dije yo en un susurro en lo que me ponía de pie enfrente de ella. — T/N mira esta foto... Es tu padre y tú... Tu padre para muchos es un hombre horrible que quería destruir al mundo entero por un simple capricho.
— Cállate. — Dijo ella demostrándome así que mi plan estaba funcionando.
— ¿Por qué? ¿Te duele que te digan lo mierda que fue? — Dije yo con un tono de arrogancia. — Tu padre no era más que un hombre el cual era caprichoso y ambicioso que ni siquiera fue capaz de cambiar por su propia hija... Era un miserable que ni siquiera le importaba tu existencia.
— CALLATE. — Grito ella en lo que se acercaba a mí con la clara intención de golpearme, pero antes de hacer eso ella cayo de rodilla al frente mío en lo que lloraba. — Cállate... Por favor.
— Perdón... — Dije yo en lo que me acercaba a ella intentando sacarle el dispositivo de la forma correcta, pero esta de un solo golpe en mi entrepierna hizo que cayera al suelo adolorido.
— Era mi padre... Y yo lo quería... Por eso hice toda esa mierda... Pero él no era malo... Solo... Solo era algo ambicioso. — Ella tenía los ojos inundados por las lágrimas. — Mierda... Esta cosa... ¿Por qué la tengo? Me molesta.
Fue lo último que ella dijo en lo que se empezaba a sacar de manera brusca y desesperada el dispositivo que estaba en su pecho. — T/N... No. De esa forma no. — Dije yo en lo que veía como su pecho empezaba a sangrar por la brusquedad que ella ejercía en intentar sacarse el dispositivo. Ella no hacía caso a mis palabras y seguía intentando sacar el dispositivo... Sus gritos y llantos se podían escuchar por toda la base y estoy seguro de que los dos tenientes que se encontraban aquí también lo estarían escuchando.
Narra Chris Redfield...
Piers y yo nos encontrábamos en una de las cuantas bases abandonadas de Umbrella. Estábamos en la planta baja recorriendo cada pasillo y habitación en búsqueda de información importante o clasificada que sea de importancia para la preservación de la vida futura.
— Capitán ¿Escucha esos gritos? — Hablo Piers saliendo de la habitación en la que nos encontrábamos. — Parece venir del quinto piso.
— Puede que esa chica, si es que lo es, necesita ayuda... Vamos. — Ordene yo en lo que empezaba a subir las escaleras que conducían al quinto piso. Cuando llegamos al cuarto piso vimos a un chico rubio abrazando a una chica de cabellos blancos intentando tranquilizarla, pero esta seguía gritando sin parar.
