Albert Wesker, un hombre que buscaba la perfección y el poder para si mismo. Haría lo que fuese con tal de lograrlo, pero todo cambiaria con la llegada de esa niña... Esa niña la cual tenía sus ojos. Unos ojos los cuales provocan miedo a cualquiera...
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Narra T/N...
Aunque estaba cansada debía cumplir con la orden de mi padre, por lo que rápidamente me dirigí al laboratorio central para poder tomar las muestras del virus ''Las Plagas'' y así con sumo cuidado poder colocarlas en un maletín el cual me ayudaría a transportarlas con más cuidado y comodidad.
- Ahora solo queda ir por Tae. - Dije yo en lo que salía corriendo del laboratorio con unos pocos minutos después llegué a la habitación de Tae y entre a esta sin siquiera tocar la puerta. - Gracias al cielo estas despierto, ¡Vamos rápido no hay tiempo que perder!
- ¿¡Pasa algo malo!? - Dijo Tae con un tono de preocupación.
- Te lo explicare en el camino, pero ahora solo mueve el trasero que no hay mucho tiempo. - Dije yo algo exaltada.
Narra Albert Wesker...
Excella y yo ya nos encontrábamos en el barco preparando todo para el lanzamiento de los misiles los cuales llevarían el Uroboros dentro. Una vez que un solo misil toque la tierra ya no habrá vuelta atrás y yo seré el nuevo DIOS del mundo.
- ¿En dónde se encuentra Jill? - La voz de Excella hizo que saliera de mis pensamientos.
- La envié en donde Irving para que al menos ganemos un poco más de tiempo, y luego ira en donde está mi hija, allí nos encontraremos todos otra vez... - Dije yo en lo que miraba el mar. - ¿Por qué la repentina pregunta?
- Me he dado cuenta de que desde que Jill llego ha estado criogenizada bajo el cuidado exclusivo de tu hija y el tuyo. Me parece raro que tu hija haya trabajado tanto en ella para que luego esta solo se la pase congelada y sin poder hacer nada. Es un desperdicio del talento de tu hija y de lo que ahora es Jill. - Dijo ella en lo que se acercaba sensualmente a mí.
- ¿Desperdicio? - Dije yo haciendo una breve pausa para alejarme de ella. - Ya veremos quién es el verdadero desperdicio.
Narra T/N...
Luego de unos minutos de viaje entre la base de Tricell y fortaleza Ndipaya me tome el tiempo para explicarle lo que sucedía a Tae ya que el pobre estaba muy confundido y algo asustado. Luego de explicarle lo que sucedía con cuidado, él ya estaba mucho más calmado.
- Iba a venir sola, pero mi padre quiso que vengas conmigo así que no tuve otra opción más que ir a buscarte. - Dije yo en lo que me adentraba a la fortaleza. Para nuestra suerte ahí estaban todas las herramientas necesarias como para poner manos a la obra. - Escucha Tae... Si mi padre nos envió aquí es porque tiene un plan. Por lo tanto, no perdamos más tiempo... Entre más tiempo pase más se acerca nuestra salvación o perdición.
- Entiendo, pero cual es el plan. - Pregunto Tae en lo que se ponía el equipo de seguridad para tratar con las plagas.
- Utilizaremos la línea de Tipo 2 y Tipo 3 de Las Plagas para crear un ejército de ''Majinis'' con los nativos de la Zona Autónoma de Kijuju, ellos estarán a nuestra disposición absoluta... - Dije yo en lo que copiaba la acción de Tae.
