↦↦↦JustD333mon↤↤↤
Narra T/N...
La noche paso lenta y llena de emociones para Leon y para mí, los dos queríamos recuperar el tiempo perdido. Ambos estábamos muy emocionados y necesitados del otro, por lo que, nos dejamo llevar por el fuego de la pasión y el amor. Luego de la candente situación entre Leon y yo ambos quedamos dormidos desnudos uno al lado del otro, pero por culpa de una llamada desperté en medio de la madrugada.
— ¿Sí? — Hable yo en lo que salía de la habitación de Leon.
— T/N, sé que recién van a ser las 5 de la mañana, pero la B.S.A.A no descansa... Amm ¿Cómo te explico? — Dijo Félix algo nervioso en lo que de fondo se escuchaban algunos gritos de una mujer.
— Habla de una vez Félix. — Dije yo algo nerviosa en lo que me vestía.
— Jill te está buscando y al parecer no tiene buenas intenciones. — Dijo el, sin más en lo que los gritos de la mujer se intensificaban. — T/N no te recomiendo venir hoy... Ella no está del todo bien... Hasta incluso logro noquear al capitán.
— Félix sea hoy o mañana, algún día debo de enfrentarme al odio que Jill me tiene... Iré y veamos qué pasa. — Dije yo cortando la llamada. — Leon te amo...
Minutos después...
La peliblanca dejo un delicado beso en los labios del dormido agente y se dispuso a marcharse en dirección a la B.S.A.A. Estaba tranquila a pesar de saber que se enfrentaría con alguien que la odiaba y la quería muerta. Bueno, la primera persona no era, así que miedo no tenía.
— T/N no lo hagas... Jill está loca debes de dejarla. — Dijo el rubio en lo que intentaba detener a su amiga.
— Félix... La única forma para que yo deje a Jill, seria muriéndome. Desgraciadamente Jill y yo estamos conectadas por más que un simple pasado. — Dijo la peliblanca en lo que veía como una mujer rubia y alta se dirigía hacia ella. — Que comience el circo...
— FELIX ¿EN DONDE ESTA ESA BASTARDA? — Pregunto la rubia mujer hacia el rubio en lo que ignoraba a la peliblanca.
— Amm, bueno, Jill ella...
— Estoy detrás de ti. — Dijo la peliblanca haciendo que la mujer se volteara mirándola. — Al menos, si quieres matarme debes de tener en cuenta como me veo actualmente.
— No eres tú. — Dijo la mujer en completa incredulidad.
— Oh, claro que lo soy... Soy T/N Wesker tu pesadilla viviente. — Dijo la peliblanca con una sádica sonrisa en sus labios.
Narra T/N...
Luego de decir esas palabras me arrepentí un poco, ya que realmente soné como mi padre, pero sabiendo el estado mental de Jill; el discurso de como soy diferente a mi padre y de cómo estoy arrepentida de todo lo que hice no me lo creería. Solo gastaría palabras y energía en vano, así que decidí darle lo que quería. Jill empezó a caminar violentamente hacia mí. Podía ver el enojo y odio en su mirada.
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𝘓𝘢 𝘩𝘪𝘫𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘪 𝘋𝘪𝘰𝘴 /𝘓𝘦𝘰𝘯 𝘚. 𝘒𝘦𝘯𝘯𝘦𝘥𝘺 𝘠 𝘛𝘶/
RandomAlbert Wesker, un hombre que buscaba la perfección y el poder para si mismo. Haría lo que fuese con tal de lograrlo, pero todo cambiaria con la llegada de esa niña... Esa niña la cual tenía sus ojos. Unos ojos los cuales provocan miedo a cualquiera...