† Capitulo 59 †

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Narra T/N...

Paso tras paso sentía como todo mi cuerpo temblaba negándose a seguir adelante. No era el miedo ni el cansancio. Bueno, al menos así lo sentía yo, tal vez simplemente mi cuerpo sentía lo que estaría por pasar y eso era lo que lo acobardaba de cierta manera, pero yo me seguía negando a echarme para atrás. 

Por lo que se son ya casi las 7 de la mañana y eso me daba una hermosa puesta de sol desde la entrada de la mansión... Porque si, ya había llegado a la tan tenebrosa e imponente mansión Wesker, hogar de las ideas y planes más macabros e inhumanos jamás vistos por el hombre o por la sociedad... Claro que yo sé todo lo que esconden estas paredes pues que a pesar de que me lo hayan intentado ocultar lo sé todo con lujo de detalles. De hecho, esa es la razón por la que mi padre acepto que trabajara para él. No le quedo otra opción ya que yo me había dado cuenta de todo. Bueno, tampoco era muy discreto por así decirlo que cientos y cientos de hombres de batas blancas a los cuales apenas y se les podía ver los ojos se pasearan por la casa cuando se supone todos estábamos durmiendo, ni hablar de las zonas ''prohibidas'' de la casa las cuales y apenas me acercaba me ponían en castigo por días o mi padre me regañaba... De cierta manera extraño eso. Extraño el sentimiento de adrenalina al saber que estaba desobedeciendo a mi padre... Extraño sus sermones del porque no debía ir a esas zonas... Lo recuerdo tan vívidamente. 

Flashback...

Una T/N pequeña de alrededor de 7 años acercándose muy sigilosamente de puntillas a una de las cuantas zonas prohibidas de la mansión mientas que en sus manos sostenía un hermoso oso de felpa que apretaba cada vez que le invadía la cobardía. 

— Vamos T/N... Tienes que descubrir que hay aquí. — Murmuro la pequeña de cabellera dorada para sí misma. 

La pequeña cada vez se acercaba más y más a adentrarse por completo a la zona tan misteriosa de esa mansión, pero si quiera antes de poder dar un paso más escucho unas finas, pero fuertes pisadas que le aseguraban que su padre la había atrapado. 

—T/N... — Escucho la pequeña desde sus espaldas y cuando se volteo estaba su padre imponente como siempre. Eso hizo que la pequeña de cierta forma se asustara haciendo que empezara a llorar abrazando a su oso con todas sus fuerzas. — Princesa, no llores... 

La pequeña no paraba de llorar frente a los ojos de su padre haciendo que este se vea obligado a tomarla entre sus brazos alejándola de esa tan misteriosa zona. — ¿M-me vas a castigar? — Pregunto la pequeña entre sollozos en lo que se aferra a su padre. 

— Princesa, debería hacerlo, pero veo que sigues sin aprender. — Hablo el hombre en lo que acariciaba suavemente la cabellera dorada de su hija. 

— ¿Y qué debería aprender? — Pregunto la pequeña niña sin entender a lo que su padre se refería. 

— Que ese lugar está prohibido visitar. — Hablo otra vez el hombre con delicadeza en lo que se adentraba a la habitación de la pequeña. 

— ¿Pero por qué esos doctores si pueden? — Hablo la niña con incredulidad, pero a la vez con lógica. 

— Porque ellos son adultos y cumplen un trabajo para papi, es por eso que tienen permitido estar ahí. — Dijo el de cabellos rubios en lo que recostaba a la pequeña niña en su cama. 

— Entonces cuando sea adulta trabajare para ti y así podre pasar a esa zona... ¿Me lo prometes? — Hablo la niña mientras miraba a su padre directamente a los ojos. Ella sabía que a eso su padre no se podía negar. Ella sabía que sus ojos tenían un brillo y poder inigualables. 

—Lo prometo... — Dijo el hombre en lo que depositaba un cálido beso en la frente de la niña. 

Fin del flashback...

𝘓𝘢 𝘩𝘪𝘫𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘪 𝘋𝘪𝘰𝘴 /𝘓𝘦𝘰𝘯 𝘚. 𝘒𝘦𝘯𝘯𝘦𝘥𝘺 𝘠 𝘛𝘶/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora