una cita y un rompimiento part.2

31 2 0
                                    


Cuando abrí los ojos noté que estaba en mi habitación, en el castillo del príncipe, gire a la derecha y ahí estaba mi sirvienta, sentía mi cuerpo temblar, necesitaba sentir la briza del aire así que como pude empecé a levantarme de la cama, me dolía todo el cuerpo pero aun así pude levantarme y empecé a caminar a paso lento pero firme, la sirvienta sorprendida gritó al verme pararme de la cama y tratar de salir de esta habitación ya que necesitaba aire, necesitaba respirar, era difícil para mí saber que nada de lo que había hecho había servido, que aunque trate de cambiar mi destino, aun así yo acabaré siendo consumida por la magia negra y moriré.

— ¡Señorita! - caí antes de poder abrir la ventana qué daba al balcón de la habitación - ¡RÁPIDO! ¡LLAMEN AL SEÑOR! ¡TRAIGAN AL DOCTOR! - La sirvienta empezó a gritar mientras trataba de acercarse con cuidado

— ¡La señorita despertó! - todo a mi alrededor estaba en caos al igual que mi mente, estire la mano queriendo abrir la puerta del balcón, pero no podía, no podía, no puedo ¡no puedo! ¡No puedo hacerlo!

— ¡Lea! - los brazos del príncipe me abrazan por completo - ¡Lea! ¡despertaste! - él se alejó un poco y me miró a la cara - ¿Lea? - reaccione a su llamado, al verlo no pude decir nada, quería gritar y decir todo qué sentía en este momento, todo lo que sabía, quería decirle que de igual manera moriría y que por lo que creía que luchaba ahora nada de eso tenía sentido, todo había sido en vano - ¿Lea? - pero preferí callar y guardarlo todo, yo debería callarlo - ¿Lea? - sin más solo tomé a Nikolay del cuello y lo abracé. El sostenerlo entre mis brazos me calmaba en ese momento. Necesitaba esto, necesitaba estar a su lado más que nada, ya no tenía la fuerza para seguir, pero él tenerlo a mi lado implicaba más.

— ¡Señorita! -

— está bien, pueden salir, yo intentare tranquilizarla un poco, pueden esperar todos afuera - el príncipe habló. Poco a poco pude sentir como la habitación iba quedándose en silencio, él me sostuvo fuerte en sus brazos y me cargó en ellos. El príncipe me acostó y me cubrió con la sábana de la cama

— ¿Estás bien? - él se sentó en la orilla de la cama y empezó lentamente acarició mi cabello logrando que estuviera calmada y relajada - pensé que te había perdido - comento y mi corazón empezó a doler - me preocupe tanto cuando no despertaste después del primer día, creí que me volvería loco - siguió hablando el príncipe mientras me miraba a los ojos

— ¿Estás preocupado por mí? - un pensamiento pasó por mi mente en ese momento, ¿él podría? ¿quizás? ¿Él sentirá algo por mí?

— Claro que lo estaba, le prometí a tu padre que te cuidaría, además tú me juraste llevarme al trono - me sonrió y besó mi frente, él había besado mi frente... - dijiste que eras una mujer de palabras, así que algo dentro de mí sabía que no te perdería - él me sonrió y se levantó de la cama - pediré que te suban algo digerible, has estado durante una semana en cama, así que una sopa o caldo sería bueno, después hablaremos de lo que paso ¿está bien? - solo asentí y él nuevamente me sonrió, pero antes de salirse de la habitación, hable

— Quisiera terminar este compromiso - él se detuvo, pero no dijo nada - Creo que es lo mejor, he logrado hacer que la versión qué tenían de ti el pueblo y los aristócratas cambiará, también hice que más aliados llegaran... lo que trato de decir es que no quiero ser más su prometida, seguiré siendo una aliada hacia su majestad él príncipe, pero solo eso - él se giró a verme era claro que estaba sorprendido

— ¿Qué dices? Debes de estar cansada así que no piensas bien en lo qué dices, descansa un poco en lo que te preparan la comida - él abrió la puerta y salió de la habitación.

Lea Gold: LA OSCURIDA DENTRO DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora