~ prometido ~

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Mientras caminaba por el jardín del templo escuche una conversación a lo lejos

— escuche que la familia Gold está dando un dote demasiado grande solo para que la hija mayor del conde se comprometa con el caballero Ramsey -

— ¿Cuán grande es el dote qué está dando la familia Glaidor a los Gold? -

— por qué tanto por una chica maga, ni siquiera es bonita -

— mi sirvienta tiene una amiga en la casa Glaidor y dicen que llevan meses intentando qué él padre acepte y que ayer ante la gran suma qué ofrecieron el conde Gold lo está reconsiderando - deje caer mis libros sorprendida ante lo que había escuchado y ellas votan asustadas a verme

— lo siento, no quise escuchar - rápido tome mis libros y empiezo a correr.

Sin avisar a nadie tomó un caballo y salgo del templo rumbo a la casa de mi padre. En cuanto llegó ni siquiera saludo a nadie solo llego directo al estudio de mi padre y lo enfrentó

— Hija, ¿qué haces aquí? - preguntó mi padre al verme

— ¿No puedes hacerlo? ¡yo no quiero! - dije molesta y entonces él pareció entenderme

— No es que lo quieras, es lo que harás, al unir las casas, eso nos hará dignos de un buen estatus ante la sociedad - mi padre seguía diciendo lo mismo que en mi vida pasada, aunque ahora la situación era diferente.

En cuanto me enteré de que mi padre estaba reconsiderando la propuesta, todo el camino vine preparando mi discurso para decirle que no quería estar comprometida con Ramsey, el compromiso no era una de las cosas que yo quería y menos con él. Mi padre jamás se enteró de lo abusivo que fue Ramsey en mis ultimas semanas de vida, no sabe que fue el que me orilló a hacer el ritual, mi padre no sabe Ramsey me mato. pero él solo seguía diciendo que era un honor que la familia Glaidor quisiera un compromiso con la familia Gold, después de años en el anonimato por no poder engendrar más magos o invocadores, después de tantos siglos en la oscuridad al fin éramos vistos en la sociedad y tenían fe qué nuestra casa volviera a renacer más fuerte que nunca ya que mis hijos heredan los genes de los Glaidor.

— Padre yo no quiero, padre si me amas, si me amas tanto como tú hija ¿no quedrás que sea infeliz? ¿no? - mi padre había prendido ya un habano para poder tranquilizarse en esta pelea de más de cuatro horas continuas en las cuales no retrocedí, no lo haría, jamás volvería a estar comprometida con Ramsey

— Lea, hija entiende la decisión está ya tomada - habló mi padre después de exhalar el humo del habano

— ¡Entonces prefiero morir! - le grité a la cara y mi padre soltó su habano y me miró molesto

— ¡LEA! - gritó mi padre, parándose de su escritorio - ¡ESTO YA LO HE DECIDIDO! ¡ASÍ QUE SE HARÁ! ¡ESTA ES MI ÚLTIMA PALABRA! - lo fulminé con la mirada y salí de su despacho enojada azotando la puerta al cerrar. 

Caminé por la casa hasta llegar a los establos y tomé a mi yegua y sin importarme más solo me subí a ella y empecé a cabalgar hasta salir de la casa. Esto estaba pasando, recuerdo que en mi vida pasada cuando escuché la noticia estaba tan feliz de ser la prometida de Ramsey que esa misma noche llegué a la casa Glaidor y le juré a Ramsey hacer todo lo posible para que el cumpliera su prometido. Ese fue mi primer error, pero justo ahora me veo acorralada ante este compromiso inminente, tenía que hacer algo de inmediato, tenía que evitar a toda costa estar relacionada con él. Inconscientemente me dirigí directamente al castillo del príncipe Nikolay, le informé a un guardia que le dijera que pedía una conferencia con él, incluso yo amenacé con no marcharme hasta poder hablar con el príncipe, cosa que no fue necesaria de inmediato fui atendida por el personal, quien al verme algo agitada me ofrecieron un poco de té y un lugar en donde descansar después de cabalgar durante horas para llegar a la capital era imposible no estarlo, pero mi desesperación podía más.

Lea Gold: LA OSCURIDA DENTRO DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora