Han pasado tres semanas desde que Alec se mudó a la ciudad, después de salir del closet con su familia tuvo que mudarse rápidamente y encontrar trabajo, por suerte el hermano de su mamá quien no se lleva bien con ella lo dejó trabajar en su café y le alquiló el segundo piso de este para que pudiera vivir allí. Ha sido una vida difícil para él, ocultar su inclinación sexual de todos y fingir ser "normal" le pasó factura, a sus veintidós años aún no ha tenido una relación amorosa, es por eso que no pudo ocultarlo más, su deseo de salir con alguien y tener una persona especial fue más grande que el de quedarse con su prejuiciosa familia, decidió vivir en la ciudad donde hay más personas como él, sin embargo se le olvidó un detalle, el no tiene experiencia.
Para Alec el no tener experiencia es la muralla que le impide dar el siguiente paso, el desea ser sostenido por un chico atractivo y con buen cuerpo, sin embargo tiene miedo de arruinarlo y que se burlen de él, es por eso que se ha contenido y aún no ha sido capaz de utilizar alguna página de citas o ir a un bar gay, tiene vergüenza de su inocencia, ojalá hubiera alguien quien le pudiera enseñar sobre estos temas para así poder aprender y conseguir su soñado novio.
Mientras trabajaba, un grupo de tres chicos y dos chicas entraron al café y tomaron asiento, Alec espero un momento y se acercó para ver qué iban a ordenar.
- Yo quiero un sorbete de zanahoria.
- Yo un jugo de durazno.
- Yo una limonada y una tarta de fresa....-
Mientras tomaba la orden Alec sintió que alguien lo miraba fijamente, por el rabillo del ojo se dió cuenta que era el chico que pidió el jugo de durazno, era bastante atractivo, cabello oxidado y unas cuantas pecas en su rostro. Cuando terminó de tomar el pedido comenzó a caminar hacia el mesón mientras prestaba un poco de atención a lo que decían en la mesa.
- Johan, le harás un hoyo en la cara si sigues mirándolo.- dijo una de las chicas mientras reía.
- Cállate.- respondió
- De seguro es su tipo, como no funcionó con su novia está buscando un chico.- dijo uno de los chicos.
- Sea hombre o mujer no importa mientras sean lindos. - respondió Johan.
Todos se rieron de él por ser un desvergonzado, por otro lado Alec quien había escuchado todo tenía sus orejas completamente rojas.
Luego de servirles su pedido Alec siguió atendiendo a los demás clientes, de vez en cuando sentía la mirada de Johan sobre él, esto lo ponía un poco nervioso ya que era la primera vez que un chico guapo lo veía de esa manera. Según lo que escuchó, él debía ser bisexual, y había encontrado a Alec lindo, por lo que este pensó que talvez era la persona ideal para ayudarlo en su problema.
Ya casi era momento de que su turno acabara por lo que fue a los vestidores a cambiarse y salió por la puerta de atrás, para su sorpresa Johan se encontraba fumando en el callejón por lo que al verlo decidió saludar.
- Hola.
- Hola, terminó tú turno?- preguntó Johan.
- Si, acaba de terminar.
- Cómo te llamas?
- Alec y tú?
- Johan - apagó su cigarrillo con el pie y camino hacia Alec.- eres muy lindo sabías?
- Qué? - respondió sorprendido mientras comenzaba a sonrojarse.
- Tienes novio?
- N...no
- Que bien, quieres pasar un buen rato?
Alec estaba sorprendido, no creía que algún día podría ocurrirle lo que le estaba pasando, pensó que eso solo pasaba en las novelas, su cara estaba completamente roja.
- Yo...no creo que sea buena compañía.
- Por qué? A mí me pareces perfecto.- sonrió.
- No tengo experiencia.- dijo Alec avergonzado. Johan quedó sorprendido ante sus palabras, Alec era muy lindo por lo que pensó que debía ser bueno jugando, sintió una oleada de satisfacción y dijo:
- Ya veo, en ese caso no hay de otra.- se encogió de hombros, dio la vuelta y comenzó a caminar lentamente para salir del callejón, en eso Alec tiró de su chaqueta.
- Espera! - dijo con sus orejas encendidas, reunió todo su valor y preguntó.- me podrías enseñar- como si lo estuviera esperando Johan preguntó:
- Enseñar qué?
- A besar.- respondió tímidamente.
- Sólo besar?, que aburrido, bueno por algo se empieza.
Johan empujó a Alec contra la muralla, levantó su barbilla con una mano y lo besó, Alec sorprendido apretó los labios y cerró los ojos.
- Abre la boca.
Alec hizo caso y sintió como la lengua de Johan rozaba con la suya, sintió que el tiempo se detenía, su primer beso no pudo ser más apasionado que este. Por un momento sintió que sus piernas iban a ceder, con sus manos se aferró a la chaqueta de Johan y se besaron una y otra vez, sus lenguas se deslizaban, soltaban y volvían a unirse, fue un acalorado y sexy primer beso. Cuando por fin se apartaron, Alec tenía los ojos vidriosos y las pupilas dilatadas, Johan sonrió.
- Dame tú teléfono.- Alec se lo entregó y el marco su número, el teléfono de Johan comenzó a sonar y colgó la llamada.- guarda mi contacto, te hablaré para juntarnos.
- Si!.- exclamó Alec torpemente. Johan lo tomó por la cintura y volvió a besarlo, está vez suavemente, luego lo apartó.
- Tengo que volver a entrar o vendrán a buscarme, te llamaré.- Johan salió del callejón y volvió a entrar al café. Alec quedó aturdido, no creía lo que acababa de pasar, no solo se atrevió a pedirle ayuda a un completo desconocido, sino que también se besaron, sintió como su cara se prendía en fuego.
- Estoy loco - pensó
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Lluvia de besos
Teen FictionAlec un dulce chico de veintidós años recién salido del closet, jamás ha tenido novio y mucho menos dado un beso, un día conoce a Johan de veinticuatro años quien se declara a si mismo como bisexual, así que decide pedirle consejos sobre como besar...