Capitulo XXI

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Johan se había puesto de acuerdo con su mamá para llegar a la hora de almuerzo así que rentó un auto para el viaje. En el camino Alec quiso que le hablara un poco más de su familia sobre las cosas que les gustaban y lo que no, estaba tan nervioso que no quería cometer un error, sin embargo la única respuesta que le dió Johan fue que debía comportarse como siempre y ellos lo amarían, por supuesto eso no sirvió de nada para calmar sus nervios.

Cuando estaban por llegar, Alec sintió como se le formaba un nudo en el estómago, comenzó a sentir náuseas y se preguntó si era demasiado tarde para huir, mientras estaba perdido en sus pensamientos Johan ya había estacionado el auto y se había bajado para abrirle la puerta a Alec.

- Alec, ya llegamos.- dijo. Alec intentó respirar hondo y calmarse pero su cuerpo no respondía, se bajó del auto como si fuera un robot, su cara estaba pálida y Johan se dió cuenta por lo que lo abrazó.- Todo estará bien, si después de pasar un rato con ellas aún te sientes incómodo podemos volver a casa.

- Está bien.- Cuando al fin había logrado calmarse, se abrió la puerta de entrada y salió una mujer de cabello oxidado igual que Johan.

- Johan!- gritó la mujer mientras sonreía y se acercaba a abrazar a Johan.

- Mamá!- cuando lo escuchó, Alec volvió a ponerse nervioso, no estaba listo para esto, luego de que madre he hijo se abrazaran ella miró a Alec para saludar.

- Hola, mucho gusto.- dijo Alec con la voz un poco temblorosa.

- Hola, Johan me ha hablado mucho de ti, moría por conocerte.- dijo sonriendo mientras lo abrazaba.

Alec fue tomado por sorpresa, no esperaba que lo recibieran así, incluso ya se había preparado para que fuera como una novela y fuera abofeteado por llevar a su hijo por un mal camino, sin embargo fue todo lo contrario, en su voz y su expresión no había malicia alguna, más bien se notaba lo cariñosa que era ella, y se dió cuenta de que la personalidad de Johan era resultado de una familia amorosa.

Entraron a la casa y lo primero que notó Alec fue la cantidad de fotos que había, habían encima de los muebles y colgadas en las paredes, muchas de Johan y su hermana, también de los tres juntos y algunas junto con los que debian ser sus abuelos, cuando estuvieron en el living la mamá de Johan les ofreció jugo de fresa por mientras que terminaba de preparar la comida, a lo que ambos aceptaron. Alec preguntó si necesitaba ayuda pero ella lo rechazó rotundamente ya que era su momento de demostrar sus cualidades culinarias al novio de su hijo.

- Tengan el jugo, por cierto Alec puedes llamarme Sara, señora me hace sentir demasiado vieja y solo estoy en mis cuarentas.- dijo entre risas.

Sara había tenido a Johan a los veinte por lo que se había convertido en madre bastante joven, se casó con el papá de Johan antes de que este naciera y se divorciaron poco después de que naciera su hermana, luego él se fue a trabajar al extranjero y rara vez hablan con él, sin embargo Sara se esmeraba tanto por ellos que nunca sintieron la falta de su papá.

- Por cierto mamá, no he visto a Rachel.

- Fue a la tienda a comprar fresas, cuando supo que vendría Alec se volvió loca y quería hacer el postre, sin embargo hoy al terminarlo se dió cuenta que le faltaron fresas para decorar.

- Ya veo.- contestó Johan mientras se giraba hacia Alec para explicarle.- Rachel estudia gastronomia en un instituto cercano, cuando le dije que tú también habías estudiado lo mismo y ayudabas en el café de tu tío dijo que quería que probarlas algo hecho por ella.

- En serio?- dijo Alec sorprendido.- estaré encantado de probar algo hecho por tu hermanita.

- Si... Solo promete que no me dejaras de lado cuando ella llegue.- respondió inquieto Johan. Entonces se sintió como se abría y cerraba la puerta de entrada.

- Ya llegué!- se escuchó una voz femenina.- hay un auto afuera...

- Hola pequeña.- saludó Johan desde el sofá.

- Ya llegaron!- exclamó mientras fijaba su mirada en Alec y se acercaba a él.- tú debes ser Alec, quería mucho conocerte, luces mucho más lindo que en las fotos, sinceramente que le viste a este intento de ser humano.- dijo haciendo un gesto hacia Johan. Alec rió y luego se percató de lo que había dicho.

- Fotos?- preguntó mientras miraba a Johan y este evitaba sus ojos.

- Aah, Johan nos mandaba un montón de fotos cada vez que salían, se la pasaba presumiendo al lindo chico que conoció por casualidad, es por eso que cuando nos dijo que estaban saliendo le instimos en traerte.

Alec se sorprendió de que Johan les hubiera contado sobre él incluso antes de que comenzarán a salir, pero también lo hizo extremadamente feliz, Johan desde un principio había Sido completamente honesto con su amorosa familia es por eso que él sabía que todo iba a salir bien.

- Ya veo.... Ah! Cierto, Johan me comentó que estudias gastronomía, podríamos hacer algo juntos para la cena.- propuso Alec, entonces Rachel se emocionó y ambos se pusieron a hablar de que podrían cocinar, luego Sara se unió a la conversación y Johan fue completamente excluido.

...

Ya en la tarde decidieron salir todos a comprar para la cena, en el supermercado Alec, Rachel y Sara estaban juntos hablando y encontrando los ingredientes, Alec se dió cuenta que Johan se había quedado atras y fue a hablarle, cuando llegó a su lado Johan hizo un gesto de reproche.

- Qué ocurre?- preguntó Alec.

- Pasó justo lo que me temía, te robaron de mí.- contestó Johan poniendo su cabeza en el hombro de Alec.

Alec no pudo evitar soltar una carcajada, como era posible que estuviera celoso de su propia familia, era tan lindo, amaba cada vez que le mostraba un lado nuevo.

- Lo siento te lo compensare.- dijo mientras tomaba sus manos, entonces fueron interrumpidos por Rachel.

- Alec! que jamón deberíamos llevar?

- Esa...- Johan fue interrumpido por Alec antes de poder terminar la frase.

- Debo ir.- dijo mientras le daba un beso en la mejilla y corría hasta donde estaban Rachel y Sara. Por primera vez en mucho tiempo sentía como si tuviera una familia.

Johan nuevamente quedó sólo, sin embargo al ver la sonrisa de Alec, sintió que debería traerlo más seguido.






Lluvia de besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora