Ilyana
Las semanas pasaron y las aguas se volvieron cada vez más turbias. Aiden aprovechó la recesión económica para terminar de hacerse cargo de las familias que apoyaban activamente a Darcel disminuyendo su poder hasta volverlos obsoletos, pero él mestizo tampoco se quedaba quieto y había encontrado la manera de seguir moviendo sus piezas usando el descontento del pueblo para provocar más violencia.
Aiden se recuperó casi por completo pero los pronósticos de Carel sobre sus alas todavía eran reservados.
Revisando en la biblioteca real todos los libros de historia sobre la época en la que vivía Azazel pensé en las posibilidades de éxito y determiné que Aiden tenía razón: si no rompíamos a Azazel Eckhart terminaría usando su juego de resistencia cada vez de manera más brutal y al final ganaría. Aunque, no sabía si estar cada vez más nerviosa por el aviso de Dione sobre llegar al atardecer al palacio después de solucionar los problemas que le habíamos dejado.
Lo que debía de suceder pasaría en cuanto ella pusiera un pie en palacio.
¿Qué había salido mal con Darcel? Poniéndolo en perspectiva no había tenido una mala infancia, tenía ambos padres, no había sido maltratado por ellos y le cubrieron todas sus necesidades al igual Aiden había hecho con Tyran y Ciaran, solo que Darcel supo esconder mejor sus patrones haciéndonos creer que era más consciente y responsable que sus tíos.
¿Desde cuándo recordaba su primera vida? ¿Era eso lo que había arruinado su posibilidad de tener una segunda oportunidad? ¿O era que nunca la había tenido? ¿Qué clase de infancia tiene un hombre que creció a la sombra de todos sus hermanos y tuvo que escalar para sobrevivir? Generalmente si los patrones se repiten, las hadas tienden a recordar más fácilmente su primera vida. ¿Había sido la constante burla y molestia de Tyran y Ciaran durante su crecimiento? Ambos príncipes siempre habían buscado humillarlo y exponerlo, ¿Pero hasta donde había llegado eso? ¿Era acaso un problema que pudimos haber evitado? ¿Darcel había decidido que éramos sus enemigos por ello? Ciertamente era un hombre por demás demente, pero debía de haber algo que lo hiciera al menos respetable a un punto para no tener que matarlo.
Solo que eso era precisamente un verdadero reto, al final probablemente sería eso lo que terminara pasando y aún así quería pensar que podía haber un mejor final que esto.
Estaban en la zona más olvidada y polvorienta de la biblioteca, ni siquiera había una correcta iluminación con solo algunas piedras de luz mágicas que me hacían doler la cabeza después de pasar algunas horas en el lugar, revisé archivos que realmente eran viejos y obsoletos pero nada se tiraba, no sabía si eso era afortunado o desafortunado pero si podía encontrar algo de utilidad o que me ayudara a entender más allá de lo que se mencionaba en los libros de historia sería de gran ayuda. Sería aún mejor que se hiciera lo mismo que los vampiros de la familia Arscorth y Schevert que manejaban sus propios diarios.
La historia de los Eckhart estaba casi extinta pero mi padre había hecho lo posible por recuperar en mayor medida lo que involucrara a su familia, cuando Aiden tomó el trono lo mandó todo a la zona de olvido porque simple y sencillamente renegaba de la parte oscura que habitaba en sus venas.
Tosí varias veces cuando empujé con el pie una pila de libros que levantaron una nube de polvo al derrumbarse sobre el suelo. Llevé mi brazo hacía mi nariz para evitar seguir respirando el aire irritante antes de alejarlo con mi poder. Mis ojos también se habían irritado, parpadeé un par de veces para aclarar mi visión y descubrí que un libro se había abierto en lo que parecía ser un listado, fruncí el ceño retrocediendo una página para verificar sobre qué se trataba antes de leer lo que parecía ser la lista de concubinas para Yovel Blumord y después de avanzar varias páginas me di cuenta que era más bien un catálogo que mostraba una imagen dibujada y en colores a pincel sobre ellas, colocaba su nombre, edad, puesto que tenían, atributos y pasatiempos, si tenían hijos con él o no... estaba enfermo, como si una mujer fuera solo un objeto para poder ser usado. Conté un total de cincuenta de ellas antes de detenerme en una imagen extremadamente familiar donde también se encontraba un papel suelto.
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Nuestro legado
RomanceArista En mi vida solo había una verdad absoluta: Sus ojos eran mi mundo. Arista pensaba que Max y ella serían mejores amigos hasta el final, ella lo daría todo por él y él por ella, pero sus vidas tomaron caminos diferentes hasta que llegó el día d...