Cayden

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Kaamisha

Cuando mi madre desapareció con Élet la reunión continuó como si no hubiera sucedido nada, solo los cazadores parecían molestos porque él se había llevado a una de las acusadas.

Maxell, el menos implicado emocionalmente con los involucrados a pesar de que Carel fuera su nieto se puso de pie para dictaminar el castigo, pero fue interrumpido por el líder de los cazadores que se abalanzó sobre Aryan cuando este se puso de pie, lo tomó por el cuello y el rubio levantó una ceja en silencio.

- Todos ustedes son unos corruptos.- Le gruñó el humano.- Los voy a eliminar por completo.

- Esa es una afirmación peligrosa.- Dijo Aryan.- Aún más cuando estás rodeado de testigos, podría hacer una contra acusación por amenaza a los acuerdos.

El cazador lo soltó.

- Te vas a arrepentir, demonio.- Le dijo antes de retroceder.

- Estoy aterrado.- Aryan se burló.- El juicio fue certero y de igual manera estoy en espera de mi castigo, ahórrate tus quejas de raza inferior y desaparece de mi vista, humano.

Él cazador apretó los dientes y volvió con sus hombres mientras Maxell hablaba.

- Arista Schevert y Aryan Markovic pagarán al consejo por esconder y tomar información que no les correspondía, además del uso de humanos sin una consideración previa.- Él dijo hacía Aryan ya que mi madre no se encontraba.- Se les prohíbe participar en eventos relacionados con la monarquía o el liderazgo de sus respectivas razas.- En pocas palabras estaban siendo desterrados de los territorios de sus familias. Maxell miró a los cazadores antes de continuar.- Y en referencia a los humanos muertos, deberán de presentar servicio a la raza humana sin lucro y sin derecho a ningún tipo de ayuda externa.- Al decir eso miró a Maxwell.- Hay un problema actual con los mestizos viviendo en condiciones vergonzosas en el territorio humano, a partir de ahora serán responsabilidad suya incorporarlos para su funcionalidad, él como lo hagan no importa, pero el castigo debe de ser pagado en el plazo de un siglo.- Maxell miró al brujo.- Carel Schevert recibirá el mismo castigo pero aunado a ello se le retirará su permiso de investigación y se le prohibirá en relación a la medicina cualquier tipo de experimentación y desarrollo de sus hipótesis hasta concluido el castigo.

Ni Aryan ni Carel parecían contentos por lo que escucharon pero el cazador aún menos y tiró con fuerza una de las decoraciones antes de marcharse molesto.

La sala quedó en silencio antes de que fueran desocupando. Este asunto había sido un caos desde que explotó en nuestra cara y fue aún peor descubrir que Carel me había mentido cuando le pregunté si sucedía algo con Aryan Markovic hacía unos años.

- Carel, ¿Te puedes quedar? - Pregunté cansada deteniendo a mi hijo antes de que se marchara. Cedrick también se quedó y se cruzó de brazos viendo a Carel, nuestro hijo sonrió con cierta ironía.

- Es la primera vez que parecen en sintonía con algo.- Dijo tratando de aligerar el ambiente, pero no funcionaría, estaba furiosa.

- ¿En qué estabas pensando? - Pregunté.- ¿Tienes idea de todo lo que pudo haber salido mal?

- Si, lo sabía, pero confío en mis habilidades y conocimientos. Los humanos se podían salvar y lo hice. No me arrepiento.- Respondió.

- No lo entiendes.- Negué con la cabeza.- Es la raza con la que menos te debes de meter. Ellos no aceptan nuestra ayuda y somos aberraciones para ellos, ¿Tienes idea de lo que puede pasar si esos mismos cazadores que se fueron enojados cuentan su versión a otros y todo se esparce como la pólvora? Podríamos enfrentar una guerra con los humanos. ¿Lo pensaste acaso? - Sabía que estaba siendo precipitada pero también estaba aterrada de que algo le sucediera, hacía solo unos momentos estaba en decisión su vida. No podría aceptar perderlo por qué él tratara de salvar a alguien más.- Piensa un poco las cosas, Carel.

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