La humanidad es la capacidad para sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia las demás personas, aunque muchos carecen de la humidad como los vampiros u otros seres sobrenaturales que se alimentan de los humanos sin sentir resentimiento alguno.
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- ¡¿En qué pensabas cuando fuiste a la reserva?! - Le pregunto alterada- ¡¡Pudiste salir lastimada!! ¡¡Son hombre lobos y tú, una humana!! ¡¡Maldita sea contesta, Bella!! - Gruño molesta
- ¡Vivianne! - La regaño Edward posando su mano en su hombro- Es mejor que vayas a cazar, estas muy alterada
Vivianne tenía sus ojos oscuros de la furia que sentía, gruño furiosa para salir de la casa de Bella, la humana estaba cohibida en su lugar ante los regaños de Vivianne, nunca la había visto tan alterada y no quería volverla a ver así.
- Discúlpala, Bella - Hablo suavemente- Nunca había estado así de preocupada como ahora, debes de entender que tanto ella como yo queremos lo mejor para ti
- Es mi culpa - Negó afligida- Fui muy impulsiva y termine haciendo que se preocupe tanto por mí, aunque me sorprende que tú no estés como ella
- Alguno de los dos debe ser el calmado o esto terminaría muy mal - La rodeo con sus brazos- No vuelvas a hacer algo así, por favor. Estuvimos a nada de romper el tratado solo por ti, sobre todo Vivianne casi lo hizo, solo entre Emmett y Jasper pudieron detenerla
Bella asintió en silencio sobre el pecho de Edward, se aferró al cuerpo frío y duro del cobrizo sintiéndose mejor conforme pasaban los minutos hasta que cayó la noche.
- No vendrá - Miro a Edward que estaba mirando por la ventana- ¿Cierto?
- No lo creo - Negó- Desquitara todo su enojo con los humanos cazándolos
A varios kilómetros de distancia, en la cabaña abandonada específicamente, estaba Vivianne acorralando a Victoria contra la pared de piedra y su cuerpo desnudo.
- ¡Vivianne! - Jadeo sintiendo como sus dientes mordisqueaban su piel a su gusto
La castaña tenía su mano en su entrepierna embistiéndola con rudeza canalizando todo su enojo en aquella acción, el aroma excitante de Victoria le indicaba lo mucho que estaba disfrutando lo ruda que estaba haciendo.
- ¡Sí! ¡Ya casi! - Gimió sintiendo como su cuerpo se tensaba
- Vamos, linda. Llega para mami - La voz ronca de Vivianne sobre su oído fue la causante que llegará nuevamente
- ¡Vivianne! - Gimió con fuerza sosteniéndose sobre los hombros de la castaña
Escuchar como Victoria gemía sobre su oído hizo que Vivianne igual llegara a la cumbre más alta de éxtasis, gimió el nombre de Victoria sosteniéndose mejor en la pared para no caer al suelo junto a la pelirroja que yacía sobre su cuerpo.
- Pude sentir lo molesta que estabas - Murmuro sobre su mejilla- ¿Qué pasa?
- Nada - Se aparto de Victoria dejando a la luz toda su desnudez que no dudo mirar de arriba hacia abajo
