Por un segundo en mi mente la escena se congeló en la expresión de total odio que tenía la niña demonio hacia mí. Todo el lugar se centraba en ella como si un reflector alumbrará solo la escena.
- Yo... -las palabras no podían salir de mi boca, se habían quedado incrustadas en mi garganta, a lo lejos una voz sumergida en agua intentaba acceder a mis oídos pero no le tomé importancia- Lo lamento.- Fran. -la voz seguía difusa en mis pensamientos mientras miraba a la niña
- Te odio. -a pesar del enojo notaba su tono de voz demasiado tímido, como si nunca hubiera pronunciado esas palabras antes- ¡¡¡TE ODIO!!! -hasta que agarro más fuerza y gritó aún con las lágrimas cayendo
- ¡¡¿Fran?!! -la ilusión del momento se rompió cuando una manos empezaron a zamaquearme haciendo que recapacite- ¡Hey, escúchame! -en frente mío se hallaba Emerald viéndome directamente a los ojos
- ¿Qué... he hecho? -poco a poco volvía a la realidad pero con un gran dolor en el pecho a la par que empecé a respirar cada vez más seguido
- Hemos hecho lo necesario. Estamos en guerra. -intente interiorizar sus palabras pero no pude evitar interrumpirla
- ¡Ella no tenía nada que ver en esto! Literalmente acabamos con la vida de su familia. -mi voz se cortaba con cada respiración
- Escúchame. -me colocó las manos en la cara- En la guerra no hay vencedores solo víctimas, pero si no actuamos habrán aún más bajas humanas. En nuestra decisión está... -se detuvo y me empujó hacia un lado antes que una bola de fuego pequeña impactará entre nosotros
Cuando miré hacia adelante un grupo de demonios con la armadura oscura acababan de llegar. Uno de ellos se acercó a la niña y en sus brazos se la llevó corriendo mientras que el resto se ponían en barricada para protegerlo.
-¡¡ATAQUEN!! -una voz enérgica de uno de ellos se alzó para iniciar un bombardeo de bolas de fuego hacia nuestra dirección- ¡Tenemos que avanzar! -dijo convencida Emerald sujetándome de la mano casi arrastrándome
- Vamos. -el peso de mis acciones aún me detenía pero el no hacer nada y desmoronarse no ayudaría a nadie
Cada bola que impactaba al suelo parecía que iba a hacer que el puente se rompiera en cualquier momento pero soportaba cada choque, mientras que nosotros solo esquivabamos cada uno de ellos para acercarnos a nuestra meta hasta que todo el campo de batalla se llenó de humo de tantas explosiones.
- ¡Cuidado! -Emerald me sujeto del cuello antes que pisará en falso lejos de la plataforma, en peligro de caer a la lava que nos esperaba abajoIba a agradecerle hasta que en la densa nube oscura pude divisar unos ojos rojos en movimiento tanto de mi lado izquierdo como del derecho. En ese momento me reincorporé y levanté mi espada antes de que iniciará el combate.
- Tú al de la derecha y yo al otro. -dije mientras me colocaba espalda con espalda con Emerald observando cómo esos ojos se movían- Okey. -a Emerald se le iluminaron las marcas de la cara con tu tono rosado brillante mientras su arma bidente se imbuía en ese mismo tono de luz
La espera no duró mucho hasta que uno de ellos se abalanzó sobre mi aliada con mucha fuerza, portaba un gran escudo que contuvo el golpe de su arma. Antes que pudiera ayudarla otro salió de la neblina para intentar empalarme con su lanza.
El choque entre nuestras dos armas resplandeció en el lugar mientras que yo aproveché para invocar unos cristales para atacar directo a su cabeza, hasta que con el rabillo del ojo una sombra apareció a mi costado.
- ¡¿No te avergüenza quitarle la vida a más personas?! -la sombra se reveló cómo la niña demonio, a la cual habíamos asesinado a su padre; parecía que solo yo la veía
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El Árbol de la Vida: Comienzo de una Leyenda
Fantasy"Las leyendas solo son leyendas" ... en un mundo como el nuestro, es algo ridículo creer que son solo eso historias irreales son más que eso ... ¿hablamos de grandes héroes y de criaturas fascinantes? ... la realidad nos ha enseñado que también hay...