Capítulo 4: De Pie

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Un aviso antes de leer... hay una parte que necesita esta canción

Tranquilos... ustedes sabrán cuando ponerla 😉 (cuando haya alguna pelea o algo... no se.. solo digo)
Ahora sí
Adiosssss
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El tremendo ruido del desconocido ser me puso los pelos de punta. Me hizo olvidarme completamente de la sombra a la que seguía; el ruido venía de la zona a la que quería ir, no podía distraerme de mi objetivo principal.
- ¡Sea donde sea que estés, ya no te buscaré! -levanté la voz para simplemente dejarlo de lado y concentrarme en la estación de trenes

Bajé lentamente por la escalera, con cuidado de no hacer mucho ruido.
Atravesé el agujero por donde había entrado antes, volteé un rato para ver si la sombra me seguía; sin embargo esta vez no lo hizo.
Caminé un poco agitado por todo lo que había acontecido anteriormente.
- El sonido que había escuchado no era humano... no creo que sea buena idea ir a lo indefenso contra lo que sea que estuviera por allá. -pensé mientras andaba por el destruido mercado hacia la salida- La armería; espero que aún siga en pie ese lugar.

Al pasar por el pórtico del mercado, se volvió a escuchar un estremecedor ruido que cada vez parecía algo así como una risa perversa.
Me oculté detrás del pórtico, solo llegaba a oírlo ya que unas rocas rojizas al frente no me permitían verlo.
Empezó a oírse llamaradas cerca de donde él hablaba y en una de las casas pude ver la sombra de dicho sujeto... tenía como una gran cabeza con cuernos y una mandíbula llena de dientes afilados.
Aun así no podía identificar que era eso, solo me cabía una idea... eso era lo que debió de haber atacado al resto de personas.

Ahora sí tenía en mente ir a la armería para armarme: esa bestia no se ve nada fácil de derrotar.
El único problema es que la armería estaba a varias casas a mi al frente, prácticamente pasando por la vista de ese ser; y como las casas están muy separadas, eso significaría correr mucho riesgo de ser visto.
- No hay tiempo que perder. -respiré profundo y empecé a correr hacia la parte de atrás de la primera casa que encontré

No parecía que me hubiera visto, no había casi ningún ruido en el ambiente. Me acerqué al borde de la pared para ver el momento en que se distraiga o algo; sin embargo, había humo que evitaba que viera el lugar y a aquel ser.
Se empezaron a escuchar ruidos como de queja o de aburrimiento.
- NADIE CON QUIEN LUCHAR AQUÍ ¿NO? CREO QUE PODRÍA ENCENDER UN POCO MÁS ESTE ESTÚPIDO POBLADO. -se quejó la criatura con una voz gruesa y áspera a la lejanía

Una bola de fuego salió de entre el humo e impactó contra una de las casas dejándola ardiendo por unos minutos.
Seguido de eso, más bolas de fuego volaban por todas partes; yo me coloqué lo más cubierto que podía.
Sentía como la casa en la que me ocultaba estaba siendo azotada varias veces.
Luego de un par de minutos cesó el ataque.
- YA ACABÉ CON TODOS AQUÍ. -ese ente empezó a reír un poco y luego se escucharon pisadas alejándose

Esperé para ver si volvía a hacer eso; sin embargo me dio pase libre a mi misión
- Ufff, tuve suerte. Parece que no me encontró. -suspiré mientras avanzaba despacio y cauteloso por si acaso regresaba

Caminé por detrás de los escombros quemados de las casas viendo en cada esquina si se acercaba.
Al llegar a mi casa, la recordé antes de que todo esto ocurriera, podía aun escuchar de vez en cuando la risa de Haylen y de Donoval. Me apoyé en una de sus paredes aún intactas y miré mi ropa, la camiseta roja que tenía antes ahora era de un color más oscuro y al tocarla sentía todavía la sangre pegajosa en la que había caído hace apenas unos momentos.

El Árbol de la Vida: Comienzo de una LeyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora