Subíamos las escaleras hacia la aldea en la que íbamos a ver cómo escapar de este infierno. A través del techo se podía ver el cielo azulado algo nublado como a las diez de la mañana.
- Esta noche ha sido muy larga ¿No lo crees? -dije deteniéndome a observar la vista matutina- Lo ha sido, yo también extrañaba ese color en el cielo y no el atardecer sangriento. -el niño se sentó en uno de los escalones y yo estaba a punto de poner mi brazo en su hombro
- No muerdo ¿Sabes? -volteó a ver mi brazo y se rió alegremente, lo miré asombrado ya que quería mantener distancia con él- Siempre viene bien un abrazo.
- Creí que me rechazarías... -el niño negó rápidamente con el dedo
- Solo estaba algo... dolido e irritado. Me recuerdas a él. -me miró a los ojos- A Kaz, mi hermano. Se preocupaba por mí hasta en el más mínimo detalle, creo que se hubieran llevado muy bien. Este muñeco era suyo pero me lo regaló, ni siquiera tuvo que borrar la inicial que tiene en el pie, ya que ambos empezamos con... la misma... letra. -unas lágrimas atravesaron sus mejillas mientras dejaba de mirarme
- Kleith. -le tomé ligeramente del mentón para llamar su atención- Gracias por decirme eso, tú me recuerdas a mi hijo Donoval. También creo que se hubieran llevado de lujo ustedes dos. Y sobre Kaz, él hizo de todo para que estés feliz y estoy seguro que él no hubiera querido verte así. -veía al niño más calmado- Ahora sécate las mejillas y sigamos, que aún no concretamos nuestro plan.
- Tienes razón. Con un poco de suerte este poblado estará mejor que el anterior. -se reincorporó y avanzó mientras se limpiaba las lágrimas
A decir verdad, lo notaba más feliz; como si lo que dije le hubiera dado, de alguna forma, paz con lo de su hermano. Y recíprocamente me sentía más decidido a buscar a mi familia, este es un paso más para encontrarlos y estoy confiado en que saldrá bien.
- Fran... cisco. -notaba al niño más agitado como si de pronto le faltará el aire- Ayu... da.- ¿Qué suc... -una aflicción parecida a que te golpearan en el estómago apareció de improviso, me tumbé al suelo mientras un sonido muy fuerte similar a una turbulencia retumbaba en el lugar- ¡¡¡AAAAAHHHHHHH!!! -grité tapándome los oídos hasta que el dolor y el ruido se detuvieron
Al levantar la vista no podía localizar a Kleith. Tal vez de nuevo se había puesto invisible pero él no me dejaría abandonado así de repente.
- ¡Qué situación tan extraña! -avancé lentamente apoyándome en las paredes ligeramente aún adolorido- Acompáñame... -era una voz lejana y familiar sin embargo también me susurraba al oído, me sentía atraído hacia eso
- ¿Quién eres? -miraba una figura subiendo hasta el tope de las escaleras, a la cual yo seguí tan rápido como podía
Al llegar arriba me quedé sorprendido y sin expresión alguna al ver como una sombra pequeña corría hacia la oscuridad junto con una sombra algo más alta.
- Eh... ¿Qué son ustedes? -traté de sacar la espada pero al tocarme la cintura no la encontré tampoco el escudo. Las sombras me gustaría observaban y dieron un paso al frente hacia la luz dejándose ver: eran Haylen y Donoval agarrados de la mano- Hola. -dijo una voz igual a la de mi esposa, me quedé atónito y me acerqué lentamente a ellos y, recíprocamente, ellos a mí
- ¿En verdad... son ustedes? -mi voz tartamudeaba pero se hizo escuchar mientras mis manos se alzaban para tocarlos
- Sí, necesitamos que sigas adelante, Fran. -Haylen sujetó mi mano y la puso en su propia mejilla suavemente- No tengas miedo.
- ¿Cómo llegaron hasta aquí? -pregunté confundido a la par que sentía algo tibio en mi cadera, al mirar abajo era Donoval abrazándome
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El Árbol de la Vida: Comienzo de una Leyenda
Fantasy"Las leyendas solo son leyendas" ... en un mundo como el nuestro, es algo ridículo creer que son solo eso historias irreales son más que eso ... ¿hablamos de grandes héroes y de criaturas fascinantes? ... la realidad nos ha enseñado que también hay...