El agua oxida cualquier metal si esta pasa de manera constate, el agua derrite chocolates por que son delicados.
¿Puede los ojos de un pobre ser oxidarse de tanto llorar?.
Sus pies corrían de manera apresurada, con miedo al tener que llegar, pero tenía que hacer. Cada vez más cerca de abrir la puerta de golpe y ver lo que ocurría.
Y así fue, llegó a casa, se puso frente a la pierna con un miedo en la mente y un nudo en la garganta, sin decir que las lágrimas ya esta siendo derramadas.«¿Puedo pedir un poco de felicidad?».
Pensó cuando puso la mano en la perilla y estaba por darle vuelta y abrir la puerta.Tomó un fuerte respiro, rezando por qué lo que su “padre” había dicho, haya sido una mentira, y sin pensarlo más abrió la puerta; o caminando el pasillo al infierno.
Y como lo prometió, sucedió...
El pequeño y fiel compañero, estaba en el piso sangrando y sin algún movimiento alguno que diera esperanza de decir que estaba vivo.BittLee estaba muerto, y no había poder o palabra que lo hiciera volver a la tierra, ni los llantos y súplicas de Minho, pues este se lanzó a llorar y abrazarlo, sin importarle que tuviese sangre, era lo de menos, manchar su cuerpo con la sangre del único ser al que podía amar libremente, pero que ahora ya no estaba ahí.
Las frías y grotescas manos de ChanYeol cayeron en la nuca del menor, específicamente su cabello. —te dije que me tenias harto, no quiero un animal en mi casa. - dijo y lo aventó haciendo que su frente se golpeara con la punta de una mesa que reposaba junto al sofá, y sólo fue un roce ligero, por eso aún se mantenía con vida. —hubiera dado todo por que te hubieras ido con tu madre si sabía que no me podrías amar.
Aquella voz, esa voz del demonio que se escuchaba y que mantenía con miedo a Minho... Este lo miraba con ojos de terror y con lágrimas, y en su rostro se detallaba aquellas gotas de sangre que chorreaba por su frente, y eso hacía que comenzará a marearse.
—y yo hubiese deseado que tu hubieras muerto. - respondió con rabia, con dolor, con odio, un odio inexplicable que sólo el entendía... Con ganas de pararse y romper el cráneo de aquel señor.
—¿Recuerdas... Cuando eras niño... - dijo y se acercó al pequeño, poniéndose en cuclillas y puso sus dedos en su mejilla, recorriendo su extremidad. —y jugábamos?... La pasábamos tan bien, ¿lo recuerdas?. - esa última pregunta salió de manera dura, con un excitacion de por medio.
Su mano se puso en su cuello, aparentando un poco, pero sólo un poco por que lo arrastró para dejarlo en el piso. Minho apretó sus ojos cuando sintió el frío tacto en su pecho que hora estaba desnudo por que este había subido su camisa, dejando ver algunos moretones y cortadas. —déjame... - sollozo de una manera inaudible.
Lo frío de su mano hacía que su piel se erizara, y el se quedara pensando que ocurría, y donde sólo podía salir corriendo era por su mente, y se reflejaba en las lágrimas que resbalaban por sus ojos duramente cerrados.
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Habibi - Minsung
FanfictionLa luz ardía y sus ojos se oxidaban de tantas lágrimas, el miedo cubría su cuerpo como si este hubiera mu3rt0. A sus 19 años, había vivido en el mismísimo infierno, Lee Minho, un joven muy inteligente que abandono sus estudios cuando su madre falle...