La luz ardía y sus ojos se oxidaban de tantas lágrimas, el miedo cubría su cuerpo como si este hubiera mu3rt0.
A sus 19 años, había vivido en el mismísimo infierno, Lee Minho, un joven muy inteligente que abandono sus estudios cuando su madre falle...
¿Cuando las voces de acomulan en nuestras cabezas, somo capaces de morir?.
Los pensamientos nocturnos, antes de dormir, son aquella arma que acaba con nuestras ilusiones, la manera en que revuelven nuestros pensamientos en miles de gritos y ataques a nosotros mismo, matan el sueño... Pero no es lo único que muere, el alma, poco a poco nos apagamos hasta mostrarnos como personas frías, sin sentimientos y sin ganas de seguir a delante, y probablemente, te hundas en un lugar donde te perderás y nunca podrás escapar.
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-ah, que rico, si, si, ahí, sigue ahí. - Jisung tenía sus piernas enredadas en la cintura de su novio.
Este lo embestia de manera rápida y fuerte, ambos estaban disfrutando ese momento, pero Jisung era el único consiente en ese momento, pues estaba llegando a su clímax para poder terminar con un orgasmo derramado en sus esencias.
La noche era calurosa, y con ellos, el calor era aún más insoportable.
La manos de Jisung se aferraron fuertemente a la espalda de Lee, exactamente con las manos de Lee a la cintura de Han. Su miembro tocó aquel punto sensible e hizo derramar el se en de Jisung dejándolo temblando.
Minho también había llegado a su orgasmo, y sólo suspiraba fuertemente, cuando todo pasó salió de Jisung y se sentó a un lado de la cama sacando aquel cigarro de su buro.
Lo prendió y comenzó a fumar de este, Jisung ya había calmado su extasis y lo miró extraño, normalmente terminan abrazados y durmiendo, pero esa noche ya algo había cambiado, y ese era un miedo de Jisung.
El abandono del amor de su vida.
Se levantó Como pudo y lo abrazo por la espalda. -¿que pasa, amor?, ¿estas bien?.
-si... Solo, no se, me siento mareado, debe ser la calor y mi presión. - mintió... Estaba sumergido en su pasado.
-mmm, hay que darnos un baño de agua fría para bajar la temperatura.
-un momento, me siento un poco cansado. - dijo y le dio una calada a su cigarro, pero Jisung lo interrumpió robando su cigarro.
-debes compartir. - sonrio e hizo que el contrario hiciera lo mismo. -calmate, no se que es lo que piensas pero debes estar tranquilo, recuerda que el sol siempre sale después de la tormenta.
