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Y aveces la mejor forma de sanar es volviendo a amar, pero nuestro corazón no siempre está dispuesto a soltar lo que nos duele... Pero nuestra mente si.

En lo profundo de tu corazón sientes como este quiere amar todo de nuevo como en un comienzo de tu vida.
Ahora ya no puedes sacarlo de ese profundo dolor que está sobre el, pero no lo dejes ahí, dale una oportunidad.

La tarde era muy fría, ese día la nieve ya caía, Navidad estaba cerca, la fecha favorita de Jisung para tomar un chocolate caliente, la fecha que Minho no recuerda... Corazones tan rotos, pero tan diferente es.

 Corazones tan rotos, pero tan diferente es

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Diciembre 23,2017


—podemos hacer una pasta con cerdo, o si no con un poco de kimchi con algún acompañante... ¿Que opinas?. - Han volteo y miro a Minho quien estaba frente a los espejos del supermercado.

Admirando con detenimiento cada parte de su rostro... Ese rostro que ya no estaba golpeado, que empezaba a sanar, aquellos ojos azules no se miraban pequeños por ningún golpe, esos labios rojo que ya no tenían ni una mezcla de morado entre sus comisuras, sus pómulos del color claro de su piel... Su cuello sin quemaduras ni golpes o rasguños.
Se miraba bien, tan bien que quería llorar.

—¿así es como realmente me veo?. - su voz sonó entrecortada.

—¿que?. - Jisung se acercó a poder escuchar con detenimiento lo que él ojiazul había dicho.—¿que pasa, cariño?.

—¿me miró así?... ¿Así de bien?, me veo, sano, sin golpes, la última vez que vi mi reflejo fue con la cara hinchada y fue por que quería cortar mi cuello. - dijo y la lagrima salió al momento que parpadeo pero también una risa.

—oye, no digas eso... Siempre has sido lindo, solo que aveces los golpes al alma nos hacen sentir una basura... Eres perfecto.

—¿yo te guste con todo y los golpes?.

—con todo y ellos, siempre has sido hermoso a mis ojos. - ambos hablaban en susurro para evitar que los demás los escucharán, Han estaba detrás de él, solo miraba sus ojos detrás del robusto castaño.

—¿que más falta?, quiero irme a casa, quiero llorar. - dijo en una voz baja, pero a la ves tan quebrada.

—vamos, cariño, mañana vendré por la cena, solo paguemos esto. - Jisung tomó aquel carrito de comprar y Minho bajo la mirada y metió sus manos en los bolsillos de aquella gabardina, no quería que nadie viera sus lágrimas.

El amor lo volvía fuerte, pero sus sentimientos, debil.
Comenzaba a querer dejar todo atrás, quería terminar con todo ya, quería dejar todos los miedos y rehacer su vida una vez, su vida a la del amor de sus vida, al amor de sus noches, al amor de su corazón.

Habibi - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora