Capítulo 21 - 'QUIERO CONOCER A MI HIJA'

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Se abrazaron. Estuvieron en esa posición hasta que empezaron a sentir como el calor de sus cuerpos recuperaba la temperatura ambiente y sus respiraciones se tranquilizaban.

'De vuelta a la realidad' pensó Flavia.

La mente de la pelirroja estaba dando vueltas. Recordaba todas las veces que había dado lo que fuera porque Javiera estuviera con ella, las veces en que la buscaba hasta por debajo de las piedras y, sobre todo, recordaba las veces en que su pequeña Miranda, sin haber tenido algún contacto con la morena, parecía su viva imagen...

Pero hubo un momento, un momento en que había cambiado su forma de enfrentar la vida por el bien de su hija, el momento en que se prometió no seguir esperándola, no seguir buscándola, no seguir necesitándola.

Separó su cuerpo del de Javiera.
—¿Flavia?. — preguntó la teniente.

El semblante de Javiera era transparente, podía leer todos los sentimientos que estaba experimentando.

— Esto ha sido un error.— dijo finalmente la pelirroja .

— ¿A que te refieres?.— preguntó la morena incrédula.

— Lo que acaba de pasar entre nosotras.— contestó mientras se acomodaba la ropa.

— Lo que acaba de pasar fue algo que ambas queríamos Flavia .— respondió Javiera .

— No estoy diciendo que no quería que pasara.— respondió rápidamente la pelirroja, se tomo un segundo antes de continuar.— Pero eso no quita que haya sido un error.

— Flavia .— dijo Javiera mientras se acercaba.

— No. —respondió Flavia  alejándose.— Necesito pensar Javiera.

—Pero...

—Necesito que te vistas.

Sin dejar un momento de mirar a la pelirroja, la morena empezó a vestirse en seguida. Había pasado tanto tiempo sin tener la oportunidad de mirar aquel hermoso cuerpo que no tenía planeado perder un segundo ahora.

—Tienes que irte.— dijo Flavia  rompiendo el silencio que se estaba apoderando del consultorio.

—Tenemos muchas cosas de que platicar Flavia.

— Y lo vamos a platicar Javiera, pero ahora debes dejarme sola.

— La última vez que hice eso me costó muy caro.

Y ahí estaba una vez más, la callada e inteligente Teniente Cáceres frente a ella mostrándose como el ser vulnerable y sin miedos que era.

Un ser que por amor es capaz de todo, un ser valiente.

—Sabes bien a lo que me refiero Javiera.— dijo Flavia  intentando no ceder ante la mirada de la morena.— Necesito pensar, necesito ver a mi hija, hablar con alguien.

—Habla conmigo Flavia.

—Necesito recordar donde estoy parada sobre el mundo...— continúo la pelirroja  ignorando el comentario de la teniente.— ¿No sientes lo mismo?

— Sí pero...

— Y ahora necesito trabajar.— finalizó acercándose nuevamente a la puerta.

Javiera se quedo callada aunque se moría por decir tantas cosas. Siguió a la pelirroja hacia la salida del cuarto, tomo la manija y abrió. Giró en dirección donde se encontraba Flavia  y se inclinó hacía ella hasta llegar casi a rozar sus labios.

—Quiero conocer a mi hija, quiero conocer a Miranda — susurró Javiera y al ver como el rostro de la pelirroja se transformaba en algo semejante a la furia, colocó su dedo índice en los labios de su amada.— Pero quiero que sea en la forma en que tu me lo permitas Flavia.

La teniente [ Flaviera]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora