Capítulo 30 - VERDE ESMERALDA

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Flavia empezó a abrir los ojos y sintió un peso sobre su cintura, bajó la mirada y encontró el brazo de Javiera rodeándola.

Lentamente, giró su cuerpo para poder estar frente a la morena.
Ese pequeño movimiento hizo que el brazo de la teniente presionara un poco más sobre ella, era como si no quisiera que se escapara de su lado.

Flavia sonrió ante el gesto, pero sabía las razones por las que el cuerpo de Javiera  podría estar haciéndolo inconscientemente, la última vez que ambas se habían quedado a dormir juntas en el departamento de la teniente, la pelirroja escapó sin despedirse.
Había salido huyendo ante el temor de que todo fuera real y su consciencia por Dante la carcomiera viva.

¿Será que Javiera aún la quería como en aquel entonces? ¿Qué quería ella ahora? ¿Algún día podría conseguir desaparecer esta necesidad por la morena? ¿Era eso lo que realmente deseaba?¿Superar aquella relación? o ¿En lo profundo sólo quería que siguiera creciendo y fuera correspondido?

Definitivamente el panorama era diferente, Miranda  se encontraba en medio de todas las decisiones que ella hiciera, que Javiera hiciera y que ambas hicieran.
La doctora cerró lo ojos y suspiro, al abrirlos se concentró en las facciones de la teniente.

— Hermosa.— susurro.
Con la yema de sus dedos empezó a rozar el rostro que había cambiado su vida para siempre.

Javiera empezó a abrir los ojos.
El verde esmeralda y el color verde se reencontraron esa mañana.

La teniente dejó curvear sus labios con la sonrisa más hermosa que podrían haberle dado a la pelirroja, atrajo con su brazo el cuerpo de Flavia  para estar completamente pegadas.

Ambas seguían desnudas, sus pieles se fusionaban bajo las sábanas blancas de la cama.
Javiera acercó su rostro a los mechones rubios que se encontraban cerca de su nariz, respiro profundamente intentando absorber todo el aroma de la doctora que su cuerpo pudiera retener.
Exhaló.

— Buenos días.— dijo sonriendo la pelirroja.

— Buenos días Flavia .— contesto de manera dulce la teniente.

— ¿Pudiste descansar?.— preguntó mientras acomodaba el cabello castaño detrás de la oreja de Javiera.

— ¿Quieres que sea honesta contigo?

La pregunta tomó por sorpresa a la pelirroja.

— Sí.

— Es la segunda mejor noche que he pasado desde aquella vez que te fuiste de mi lado.

Frío, fue lo que sintió Flavia  por todo su cuerpo. Era obvio que Javiera quería introducirse en una conversación de la cual no estaba segura aún si se encontraba preparada.

— ¿Cuál es la mejor noche?.— preguntó evadiendo el elefante que se encontraba en el cuarto.
Javiera  se dio cuenta, pero no quiso insistir, al menos no por ahora. Tenía miedo de que ese momento de cercanía con la pelirroja  se esfumara de sus manos.

— Cuando conocí a Miranda .— fue lo que contestó.
Flavia  no pudo evitar unirse completamente a ella abrazándola nuevamente, Javiera  amaba a Miranda , estaba claro, su voz y sus ojos eran sinceros cuando hablaba de ella y no podía evitar sentir flechazos directo a su corazón de ver que adorara tanto al ser más preciado de su vida.

La teniente correspondió el abrazo y le dio un beso en la cabeza, la pelirroja  levanto la mirada...sus ojos se observaron por unos segundos antes de que los ojos verdes esmeralda bajaran a observar sus labios.
Ni siquiera esperó a que regresara a mirarla a los ojos cuando se unieron en un beso.

La teniente [ Flaviera]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora