La teniente [ Flaviera]

Capítulo 16 - PANORAMA

Tener que reemplazar a colegas no le desagradaba del todo a Javiera, por algo había escogido esa profesión. Pero en esta ocasión no podía ocultar lo mal que lo estaba pasando por haber tenido que irse del departamento de Flavia.

Ese sábado había sido...no sabía ni cuáles palabras podrían funcionar para describir lo que se sintió en aquel maravilloso espacio, el espacio de Flavia.

—¡Oye! – escuchó a lo lejos la morena —¿Aún sigues fantaseando con la doctora?

Era Melissa, por supuesto.

— Cállate.— dijo Javiera.

— Nome regañes, el verte así también es nuevo para mi.— se defendió Melissa.

Javiera solo volteo a la ventana ignorando lo que su amiga estaba sugiriendo.

— Ya, cálmate, ya casi salimos y podrás ir a verla.— dijo Melissa.

—Serán las 5 de la mañana, no puedo hacer eso.— dijo con un tono triste la ojiverde.— Además me comento que vería a su suegro...

— Oh si es verdad, ese pequeño detalle de que está casada.— dijo Melissa sintiéndose un poco incomoda.

El silencio inundo la oficina.

— ¿Han hablado de eso?.— se animó a preguntar Melissa.

— No.—contestó rápidamente Javiera .— ¿Crees que deberíamos?

—Bueno, yo no soy la que está saliendo con ella pero...— empezó a decir su amiga.

— No estamos saliendo.— la interrumpió la morena.

— Pues creo que para ti sí lo están, o algo semejante... es decir, ¡mírate!— dijo Melissa señalando a Javiera.

La morena se levantó de su asiento y fue hacia la ventana, podía observar las luces de los edificios, estaba siendo una noche muy tranquila allá afuera... mientras que en su cabeza la historia era muy diferente.

Javiera suspiro.

— No lo sé Melissa, no sé ni qué me pasa ni qué piensa ella...sobre mí, sobre su esposo, todo es muy confuso.— dijo la ojiverde.

Escucharse fue más fuerte que sólo pensarlo, escucharse a ella diciendo estas cosas era hacerlo real.

Melissa se acercó y le dio un pequeño empujón juguetón.

— Tú tranquila, en cuanto la veas habla con ella.— dijo su amiga con una sonrisa intentando darle ánimos.— Ambas son adultas y no creo que ella tenga la intención de lastimarte.

Javiera volteo a verla, sus ojos estaban más vivos.

—Yo tampoco creo que me quiera lastimar. — dijo finalmente y una pequeña sonrisa se asomó en sus labios.

—¡Wow! ¿Hasta te hace sonreír?.—empezó a decir Melissa en tono de burla.— ¡Que mieeeedooooo!— continúo y salió corriendo, conocía a su amiga y eso no iba aquedar así.

Javiera empezó a corretearla por toda la oficina.

————

La morena estaba despertando en su cama, miro el reloj y marcaba pasado de medio día. Generalmente no se despertaba tan tarde, incluso cuando tenía turnos nocturnos, pero el día anterior había tenido algo de actividad física... por decirlo de alguna manera.

Se fue directo a la cocina y puso la cafetera, necesitaba ese americano cargado que la terminara de despertar.

Quería marcarle a Flavia , saber si estaría libre ya y quizás verla para...hacer...lo que fuera, solo quería verla, saber que estaba bien. Tuvo el celular en la mano un buen rato, se tomó su café, pero decidió no marcarle porque bueno, se verían mañana en la terapia y no quería ¿asfixiarla?, ese tipo de pensamientos no eran típico de ella, eso era de adolescentes ¿cierto?