Capítulo 23 - CARTAS

225 20 19
                                    

Flavia, Dante  y Miranda , se encontraban terminando de comer en el restaurante favorito de la pequeña.

—¿Puedo ir a jugar un ratito?.— preguntó Miranda mientras giraba sobre la silla para poder ver el área de juegos del lugar.

— Lo que diga tu mami.— respondió en seguida Dante  señalando a la pelirroja.

Flavia le mandó una mirada de "Traidor", antes de voltear a ver a su hija.

— Pero mi amor, acabas de comer.— empezó a decir la doctora de la forma más dulce posible.— Te va a hacer daño.

— Pero todos los niños están jugando.— dijo la pequeña.— Mira, ese lleva el pan en la mano y está jugando.— continúo, en seguida señalando al niño del que hablaba.

— Ve a jugar un ratito.— dijo Dante.

—Yupiiiiii.— expresó la pequeña

— No, Miranda...— dijo la doctora pero ya era muy tarde, en menos de un segundo la pequeña se encontraba subiendo las escaleras para echarse del tobogán.

Flavia volteó a ver a Dante, ahora sí molesta.

— Sólo va a jugar un ratito, no es para tanto.— se excusó el hombre.— Además tu no has probado bocado, se iba a aburrir esperando.

La pelirroja volteo a ver su plato, se le había olvidado por completo comer.

— ¿Qué pasa?— preguntó Dante .— Todo el rato has estado distraída.

La doctora lo miro, respiro profundo. Tenía que hablarle de la visita de Javiera, debía hacerlo, aunque supiera que todo lo referente a la morena era delicado e incómodo para ambos.

----INICIO DEL FLASHBACK ----

— Gracias por estar siempre al pendiente de mi.— dijo Dante  mientras se sentaba para poder comer lo que la pelirroja  le llevaba de cena.

— No digas eso, sabes perfectamente que lo hago con mucho gusto.— contestó la pelirroja acomodando la bandeja sobre las piernas del muchacho que estaba en cama.

Al retirarse, sintió como Dante le había agarrado una mano. Ella volteó a verlo extrañada.

— ¿Qué pasa?.— preguntó la pelirroja.

— Eso es lo que yo quiero saber.— contestó el chico.

— No sé a qué te refieres.

— Llevas semanas triste, te he escuchado llorar en las escaleras.— empezó a relatar Dante.— Y pareciera, mejor dicho, siento como si todo el avance de nuestra relación como pareja hubiera regresado al punto de inicio.

Su semblante era de angustia.

Flavia no sabía que decir, sus ojos se sintieron pesados. Es verdad, había llorado en las noches porque llevaba semanas buscando a Javiera para decirle que estaba esperando un hijo de ella pero no la podía encontrar, la morena no le contestaba sus cartas.

—Yo...lo que pasa...es que...yo.— dijo titubeando la pelirroja , no sabía que decir y no quería llorar por alguien más delante de Dante .

— No había querido tocar el tema porque tú no lo habías hecho pero.— dijo Dante  y tomo un respiro profundo buscando valor.— ¿Hay alguien más?

La pelirroja no pudo evitar sentir la culpa en todo su cuerpo, la vergüenza por haberle fallado a su amigo, a su compañero, le estaba pegando ahora. Ella sabía muy bien que los sentimientos por parte de él eran puros y honestos, pero Javiera, lo de Javiera  había sido diferente.

La teniente [ Flaviera]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora