La teniente [ Flaviera]

Capítulo 25 - INVITACIÓN

- Buelitaaaaa.- grito Miranda apenas el auto de Flavia  se estaba estacionando.

Florencia se encontraba afuera de su casa, en el jardín, esperando a que llegaran. Cuando vio el coche entrando a la calle se fue acercando y en lo que la pelirroja salía, le abrió la puerta a su nieta.

-¡Hola buelita!.- dijo la pequeña y se tiro en brazos de Florencia .

- Hola princesa, ¡te he extrañado mucho!

- Y yo a ti buelita.- dijo la pequeña mientras prolongaba un poco más el abrazo.

- Muy bien, muy bien, ustedes se aman.- empezó a decir Flavia .

- Pero necesito ayuda con las bolsas del súper.

Abuela y nieta se tuvieron que separar para ir a ayudar a la doctora.

- Flavia.- empezó a decir Florencia .- ¿Cuántas veces te he dicho que no es necesario que hagas las compras por mi?

-Mamá, te la vives trabajando. Déjame ayudarte, aunque sea con esto.

Ambas mujeres empezaron a sacar las bolsas de la cajuela y las ponían en la acera.

- Yo también ayudo.- dijo Miranda animada.

La pequeña agarro una bolsa e intento levantarla pero no pudo, estaba muy pesada para sus pequeñas manos. Volteó a ver preocupada a su madre y abuela.

Las mujeres rieron por la expresión de la niña.

- ¿Por qué no intentas con esta, mi amor?.- dijo Florencia , señalando la bolsa del papel higiénico.

La niña se movió hasta donde estaba la bolsa, se arremango y con precaución colocó sus dos manos en las hasta, respiro profundo e intento levantar la bolsa. Era ligera, la levanto sin problemas.

Volteó a ver a su madre, que con una gran sonrisa le señalo la casa y la niña salió corriendo con la bolsa hacía el interior del hogar de su abuela...

- Esta es la última.- dijo Flavia  mientras colocaba la bolsa arriba del comedor.
Florencia  se encontraba acomodando las cosas en la alacena mientras que Miranda las sacaba de la bolsa.

- ¿Les gustaría.- empezó a decir Florencia  mientras giraba para poder ver a sus invitadas.- una rica pasta pesto para comer hoy?

-Siiiiiii.- sonó como coro dentro de la cocina.

- Muy bien, debo preparar la sala para poder hacer la comida.
- ¡Y agua de sabor!.- dijo Miranda.

-Bueno bebé, trajeron limones así que una limonada te puedo hacer. - contestó la abuela.

-Siiiiiii.- dijo la niña.- Limonada limonada, limonada.

-¿Cómo se dice Miranda?.- dijo Flavia  en voz de mamá.

La niña volteó a verla, era muy lista y sabía detectar el tono de su madre.

-Gracias por todo buelita.- y puso sus ojos mas tiernos, Flavia  se dio cuenta pero no dijo nada.

-Gracias a ti mi amor, por venir a visitarme.- dijo sonriéndole a su nieta antes de voltear a ver a su hija.- Flavia , ¿por qué no llevas a la bebé a ver una película en lo que preparamos la comida?

- Ya no soy una bebé.- dijo la pequeña cruzando de brazos y levantando la barbilla en forma de orgullo.

Florencia se acercó y le dio un beso en la frente.

- Es verdad, ya eres una niña grande pero para mí siempre serás una bebé.

- ¿Y yo ya no soy una bebé?.- dijo de forma juguetona Flavia.