Capítulo 20 - ¿A quién quiero engañar?

399 22 26
                                    

Y Javiera la beso, el beso era de una manera tan suave, como si Flavia fuera una muñeca de porcelana.

La pelirroja aceptó el beso de Javiera, el sentirla fue como una inyección más de vida, quería hacerse la fuerte pero no pudo, no pudo contener el hambre de besar nuevamente a la morena.

Sentía los labios de Flavia sobre los suyos, 'Oh Dios' pensó mientras colocaba sus manos en la cintura de la pelirroja. Era lo que necesitaba, sentirla cerca, su olor, su piel, sus sonidos, su sabor...'Te había extrañado tanto' pensó.

Sus manos se abrieron camino por debajo de la blusa de Flavia, escuchó un pequeño gemido por parte de la Doctora cuando tocó su piel, 'está tan caliente' pensó Javiera y no pudo evitar que su necesidad por más piel la llevara a intentar sacarle la blusa a la pelirroja.

—"No Javiera" le susurró Flavia y se detuvo.

—"Flavia por favor, te necesito" dijo Javiera casi como suplica, sin abrir los ojos porque se negaba a la idea de que ese momento había terminado.

—"Sabes muy bien que no puedo... No debo" su voz temblaba, sabía que su cuerpo no estaba de acuerdo con lo que acababa de decirle, pero aun así sus manos quitaron los brazos de Javiera que aún se encontraban en su cintura.

'Cómolo hacía? ¿Cómo podía detener esto? ¿Acaso no sentía como la sangre se aceleraba por todo su cuerpo cuando se tocaban?' Se cuestionó Javiera para después ella misma responderse al ver como temblaba Flavia.

Por supuesto que la pelirroja sentía todo eso, la diferencia era que Flavia sí era fuerte, una de las razones por las que Javiera se había enamorado.

Javiera dio dos pasos atrás intentando hacer lo que las palabras de la otra mujer habían pedido y abrió sus ojos ... Ojos que mostraban una mirada verde oscura que podía enloquecer a cualquiera, Flavia no había podido ser inmune a ella, el efecto de esa mirada había conseguido sumergirse en los más profundos lugares de su alma; pero sus pensamientos regresaron y le dijeron que era necesario escapar de ese momento lleno de tentación.

El color verde y el color verde se cruzaron, se quedaron en silencio mirándose por unos segundos hasta que Flavia se volteó y apretando los puños dijo:

—"Lo siento" avanzó hacia la puerta.

Dio cuatro pasos, intentando bloquear sus deseos de regresar en cada uno de ellos, se había propuesto solo en mover sus piernas hasta que su mano toco la manija de la puerta y la abrió, 'No puedes seguir así Flavia ' pensó para ella misma con la cabeza abajo.

De repente la puerta se cerró, alguien la había cerrado; levantó la mirada para darse cuenta que una hermosa mano con bellos dedos se encontraba sobre la puerta. Un brazo estaba al lado de su rostro, Javiera  había ido hasta la puerta para impedirle que se fuera del cuarto.

—"Flavia..." Escuchó que le susurraban en el oído seguido de la presión del cuerpo de Javiera sobre el suyo.

Por el movimiento Flavia se pegó a la puerta evitando el contacto, pero Javiera la acorraló, ahora tenía ambos brazos a los lados de la pelirroja y finalmente unió su cuerpo al de ella.

—"Sé que también me necesitas Flavia" le volvió a susurrar Javiera, esta vez estaba tan cerca que casi podía saborear el aliento de la morena.

El calor empezó a ser inminente entre aquellos dos cuerpos, Javiera se pego más a Flavia y esta abrió los ojos sorprendida. Javiera estaba completamente excitada, y no pudo evitarlo, Flavia no pudo evitar el calentarse.

La pelirroja abrió los ojos, miro al cielo y se dijo a sí misma 'a la mierda, a quién quiero engañar'.

—"Necesito estar..." Dijo Javiera sin terminar porque la pelirroja empezó a frotar sutrasero con el miembro de la morena.

La teniente [ Flaviera]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora