Capitulo ocho: abismo

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Un abismo para dos

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Un abismo para dos

—¿Recuerdas esa indirecta que lancé antes para que te fueras? Bueno, era una broma. Me alegra que estés aquí.

—Quién lo diría, estar parados sobre un andamio inestable vuelve a las personas más sinceras y amables.

La risilla gutural situada en la garganta de Hisoka causó un eco espeluznante entre las lisas paredes de concreto, sin embargo, son sus manos apretadas en tus muslos las que te hacen sudar.

—¡Alto! ¡No te muevas tanto!

Media hora. Media hora había trascurrido desde que desembarcaron sobre la torre de los trucos, la locación de la tercera fase del examen cazador, y desde el comienzo sabías que esta sería una de las pruebas más duras, sobre todo, para ti. Una novata en la vida y en lo que sea esta profesión extravagante.

Sin embargo, ya tenías un objetivo para cazar en mente. Ging Freeccs, tu conejo blanco que siempre llega tarde.

Al principio de la prueba pensaste que tu suerte estaba cambiando al no ser devorada por un ave en los primero siete segundos, pero sólo había sufrido un retraso, puesto que no pasaron ni cinco minutos para que pisaras una baldosa hueca y cayeras de espalda a una habitación sin ventanas. En ella había una pantalla incrustada en una de las paredes de ladrillo y un juego de brazaletes brillantes.

Cuando pesaste que quedarías atrapada allí para siempre Hisoka cayó del cielo como un ángel caído, con cuernos, cola puntiaguda y esa estúpida sonrisa sugestiva.

—Tienes que confiar en mí, querida fresita. De lo contrario podríamos caer al vacío.

La mención de tal "vacío" te instó a mirar hacia el gran abismo a sus costados, rápidamente devolviste la mirada al banderín azul que colgaba a medio metro de tu cabeza.

Este obstáculo consistía en conseguir dos banderines, uno por participante, para que la puerta pudiera abrirse. Por ende, tuviste que usar al mago como una escalera humana y sentarte sobre él... ¿Dignidad? ¿Sigues allí?

—Eso dices ahora, eso dices ahora, pero quién sabe si planeas usarme como carnada para los cocodrilos del fondo—argumentas sin pelos en la lengua. Hisoka hizo temblar el andamio en respuesta, obligándote a sujetarte con fuerza de su cabeza pelirroja—¡Basta! ¡Lo estás haciendo a propósito!

—Eres tan divertida.

—Si supieras cuando me estoy riendo aquí arriba—tu sarcasmo lo divierte aún más—, al menos sé que no moriré...en esta prueba.

—¿Perdón? ¿Dijiste algo?

Habías usado tu tiempo de espera por un compañero cómo un momento para asimilar, de nuevo, el mundo en el que te encontrabas. Y el libro fue tu guía dentro del torbellino tormentoso de la incertidumbre. Los párrafos confusos, rebuscados y extensos hablan de un camino torcido, largo y donde podrías perderte con facilidad, sin embargo, uno que a toda costa no podrías evitar. Pero de repente, el párrafo se detuvo.

Bunny's Garden [Hunter x Hunter] HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora