Capitulo diecisiete: tiempo

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El señor del tiempo

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El señor del tiempo

Cuando quieres algo, debes sacrificar algo del mismo valor; esa es la ley más cruel y justa de la naturaleza. Y nadie es exento de ella, ni los afortunados ni los ricachones, puesto que, siempre nos veremos obligados a entregar nuestra parte del trato...o puede sernos arrebatado durante la necesidad.

El precio más alto a pagar es la vida misma, el conocido intercambio de un ser por otro, sin embargo, el segundo valor no pierde importancia contra el primero, lo que vendrían siendo: las memorias. Los recuerdos y lo que contienen son las bases de nuestra personalidad, aquello que conforma nuestro carácter, nuestro valores y principios. Sin ellos, sólo seríamos un cascarón pintado como un huevo de pascua.

Alicia, tú, había perdido un dichoso fragmento de la cinemática de su vida al instante en el que extrajo el palo de croquet con forme de flamenco. Y lo que tomó fuerza fueron sus memorias en el mundo de los cazadores, extrayendo su parte más violenta y salvaje.

-No eran más que un trío de tontos. Bah, que idiotez-soltó Killua con bravuconería, jugando con la etiqueta restante que fingió lanzar cuando sintió la presencia de Hanzo-. Esperaba que este examen me ofrecía un mejor...reto.

Quizás, habías sido el reto que el albino estuvo esperando, tomándolo por sorpresa con una oración abrumadoramente honesta, tachando su realidad como asesino y cambiando la etiqueta a "Un buen chico". Estaban tan equivocada que le resultó hilarante, aun así, no tenía el valor de corregirte con palabras sarcásticas.

Quería tanto que esa verdad se hiciera realidad, que se apanicó como niño de doce años...Espera un momento, ¡Lo es!

-¡Señor Conejo, espere!

El agudo oído del tercer hijo de la familia Zoldyck captó el amortiguado murmullo de una mujer no muy lejos de él, el instinto vago y curioso le hizo seguirlo.

-¡Señor conejo! ¿A dónde se dirige? Necesito saber unacosa...

Los zapatos violetas de Killua se detuvieron a los pies de un árbol, dónde las raíces expuestas habías generado una clase de cúpula, un nido, una madriguera, una cama para nada blanca dónde te encontrabas descansado. Tu cuerpo magullado por las peleas, tus mejillas sonrojadas por la temperatura, tus párpados cerrados y tus labios soltando incoherencias asombraron al menor, fascinándolo, como si se hubiera encontrado a una princesa durmiente de un cuento de hadas. Incluso tenías las manos con los dedos entrelazados sobre el estómago.

Pero a diferencia de dichas fantasías, Killua veía un cartel neón pegado en tu frente que pedía fueras asesinada. Tenías el cabello asqueroso, la ropa ensangrentada y de un polvoso beige, con los moretones relucientes como botones de abrojo, pero, sobre todo, Killua veía a una mujer que luchaba. Una mujer que había peleado con ganas...y que se había dormido a la intemperie.

-Cielos, Alicia. ¿Cómo has sobrevivido tanto tiempo? -se preguntó en voz alta, resistiendo el impulso de golpear su frente y chasquear la lengua con decepción-Nadie "juega limpio" cuando cree que puede salirse con la suya.

Bunny's Garden [Hunter x Hunter] HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora