Perseguiste a los conejos equivocados en el jardín trasero, caíste y giraste por una madriguera hasta emerger en una tierra de maravillas y cazadores.
Ahora tendrás que enfrentarte a un rey, una bestia y un lunático para poder encontrar al conejo q...
¡Bienvenidos, queridos conejitos! Al inicio del corto arco sobre la familia Zoldyck.
Den un paso adelante, tomen su lugar en la mesa y beban una dulce taza de té...¡Y aprecien la nueva portada!
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Es mejor llegar tarde que nunca
Inicio de temporada 2 "Fiesta del té"
Los días lluviosos eran como el helado de yogurt con trozos de fresa; fríos, espesos, sabrosos y, sobre todo, perfectos para compartir. Aunque tu querida madre no pensaba lo mismo.
Para ella, la lluvia era un recordatorio amargo.
Aquel día, la lluvia torrencial hizo sucumbir a tu país tropical con su llanto, la ciudad era un gran charco de agua. Desde la ventana del apartamento podías ver a los diminutos transeúntes con sus sombrillas coloridas, te preguntaste si alguno de ellos podría ser tu padre. Llegaba tarde a la cena de los sábados. Entonces, la puerta principal se abrió abruptamente y la violenta sesión se disparó.
Ambos adultos argumentaban con palabras mal sonantes, usando los errores cometidos por el contrario como un arma filosa, en especial, tu casi secuestro meses atrás. Inclusive si no vivía más con ustedes, tu padre se había enterado gracias a la policía.
-¡Ni siquiera puedes cuidar de ti misma!-el hombre de mejillas sonrojadas, abrió la palma de su mano y asestó un golpe contra la cabeza de su esposa-¡¿Cómo vas a cuidar de mi hija?!
Desde que pisó el apartamento no te había dedicado ni una sola mirada, ni un suspiro, pero eras su lanza certera.
Estando escondida tras la puerta del baño, miraste a tu madre permanecer callada, quieta, como si el tiempo se hubiera detenido en ella. Sin embargo, cogió un florero y lo lanzó a pocos centímetros de su cabeza. Era una advertencia que él podía entender.
-...Lárgate antes de cambie de opinión.
El hombre salió con los puños apretados. Quisiste detenerlo, algo en ti quería que hicieran las pases de nuevo, pero tu cuerpo de seis años temblaba a morir.
-Mamá, ¿Cuánto tiempo se irá papá? - le preguntaste cuando recién cortaba la llamada con la comisaria cercana- Papá...Papá volverá, ¿Verdad? ¿Lo hará?
Tu inquieta, estresada y traicionadamadre salió de sus casillas. Esta no fue una de sus peleas verbales habituales.
-¡Jamás permitiré que ese hombre regrese! ¡¿Lo entendiste?!-te sacudió por los hombros con expresión aterradora-¡Nunca!
El sonido de tu llanto le devolvió la razón, pero la brecha ya estaba hecha. Te soltó y abrazó mientras desglosaba un mar de disculpas con tal de detener tus lágrimas inocentes, temiendo en el interior que su exesposo tuviera razón.