Capitulo trece: ¡Corre!

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¡Corre y escóndete! Casi termina de contar hasta diez

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¡Corre y escóndete! Casi termina de contar hasta diez

Tienes mil y una razones por las que no mereces morir en un jardín espinoso como lo es la isla Zevil, un cementerio de flores marchitas y piezas de ajedrez perdidas.

-¡Te vas a arrepentir de esto!-gritaste mientras saltabas sobre un tronco caído.

-¡No te tengo miedo a ti ni a tu amigo de las cartas!

-¡No somos amigos!

Ojalá el asesino que te persigue prestara más atención a tu argumento.

Fuiste la quinta participante que desembarcó en la orilla, lo que te convirtió en la primera mujer en pisar la isla, la primera que debía dejar atrás las miradas de despedida y seguridad de tus amigos para estar a merced del sanguinario instinto de tu captor.

Lo primero que hicieron tus pies al tocar la grama fue correr, corriste como un ciervo asustado que estaba a punto de ser devorado, huyendo de las miradas imaginarias que se escondían entre los huecos de los árboles y los arbustos. Así fue, hasta que tus pulmones rogaron con ardor por un respiro. Al principio pensaste que sería imposible, puesto que desconocías técnicas de pelea y el dueño del número en la etiqueta de tu presa, sin embargo, el único modo de lograr lo imposible es convencerse de que es posible.

Mordiste tus labios antes de lanzar un grito al cielo. Todos necesitamos hacer eso al menos una vez en la vida.

-Campamento con la abuela, no me falles ahora.

Utilizaste el agua del río a tu derecha cómo una fuente de agua potable, a raíz de esta ubicación, no te fue complicado encontrar arbustos y plantas comestibles en la cercanía, como fresas o bayas silvestres que sustentabas tu hambriento estómago. Pescar no era una opción aun, puesto que el humo te crearía una señal neón con tu ubicación.

Por otra parte, frotaste tu cuerpo y ropa con hojas de menta para enmascarar el olor a sal marina con el que los demás competidores te habían identificado. Sólo faltaba encontrar un lugar dónde dormir y podrías comenzar a tejar un plan con ayuda del libro.

Pero era demasiado bueno para ser verdad. Esa misma noche fuiste alcanzada por una pequeña probada amarga de tu destino probable, siendo testigo de tu primer asesinato. El olor fétido de la sangre y el cadáver mezclándose con el fango, el cómo tomó su etiqueta sin ningún remordimiento en el rostro, en todo caso, sonrió de satisfacción al cortarle la espalda mientras estaba distraído.

Lloraste toda la noche en tu pequeño nido sobre las ramas del enorme sauce junto al río, dónde podías esconderte de los depredadores y dejar salir tus más frágiles sollozos.

-Debo...- Incluso cuando el libro repetía que pasarías el día con vida, no pudiste evitar desvelarte. temiendo que el tipo se hubiera dado cuenta de ti y regresara a acabar contigo-Debo buscar otro lugar. 

Bunny's Garden [Hunter x Hunter] HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora