Capitulo cuatro: maravillas

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Aventuras maravillosas

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Aventuras maravillosas

Alicia en el país de las maravillas es un cuento infantil que nació en Londres hace muchos años, cuenta la historia de una curiosa niña rubia que persigue a un conejo y termina enfrentándose a la reina enfurecida de una tierra sorprendente. Nunca fue tu cuento preferido, mucho menos ahora que te veías obligada a tomar su lugar. Pero lejos de estar rodeada de gatos flotantes, fiestas de té y puercoespines como pelotas de cricquet, estabas atrapada en la cocina de la segunda prueba para convertirte en un cazador...¿Cazador de qué exactamente? No tenías idea.

Tenías que encontrar la manera de regresar a casa. Tu abuela debe estar perdiendo los estribos por tu culpa.

Luego de que Leorio volviera a su estación en el frente, no sin antes colocare un parche y administrarte analgésico, tus pensamientos adquirieron una tonalidad clara en vez de oscuro verde pantano que obtuvieron por la pesadez del dolor. Debido a que no tenías como devolverle el gesto, besaste con ternura su mejilla en forma de agradecimiento.

—No... ¡No hay problema! —tartamudeó con el rostro enrojecido—Me gusta ayudar.

Sin duda, era un tipo muy agradable.

Pero tu verdadero desafío comenzó al tratar de cocinar...puesto que no podías degollar al cerdo. Asesinarlo era una parte crucial para poder tomar su carne, aun sabiéndolo, no podías imaginar la sensación de tu cuchillo hurgando en la piel de su cuello y yugular.

Tal pareció que no fuiste la única inconforme, ya que tu compañero de cocina enterró el cuello en un solo tajo y desgarró la garganta del animal en tu lugar, salpicándote de sangre el rostro.

—Gracias—fue lo que alcanzaste a pronunciar.

Tu curiosa mirada viajó al alto hombre vestido de verde y con un mogollón de agujas enterradas en tu rostro púrpura. Éste te miró inexpresivo, crujiendo como muñeco de ventrículo, sin embargo, consiguió sacarte una sonrisa.

—Perdona de antemano. Me gusta hablar mientras cocino, siento que me ayuda a concentrarme—también parecía que el medicamento estaba actuando en tu contra—... ¿Cómo debo llamarte? ¿Tienes un nombre que pueda usar?

—Gittarackur—respondió por mera formalidad con una ronca voz robótica.

—Gitta, entonces. Para abreviar.

La dinámica entra ambos consistió en tus parloteos abundantes y sus respuestas silenciosas, es decir, te escuchó hablar durante una hora sin emitir más respuesta que un asentimiento de cabeza.

En cierta parte, Gitta estaba harto de ti, considerándote un estorbo en su camino, aunque le entretenía descubrir lo siguiente que dirías. Saltando de tema en tema hasta llegar a las películas, causalmente, no ha visto ninguna de las que has mencionado. Le llamó la atención la película sobre el asesino retirado que regresara para vengarse.

Cuando el momento de entregar tu plato llegó, fuiste reprobada luego de unos cuantos bocados.

—El empanizado de la carne se cae cuando lo corto, significa que el aceite no estaba lo suficiente caliente. El arroz tiene una buena cocción, pero está demasiado seco—critica Menchi, la examinadora, con educación—. Fue un buen intento.

—¡Está delicioso! —menciona su compañero, como a todos los participantes anteriores.

—Lo entiendo. Trataré de hacerlo mejor la próxima vez.

Tu comentario convierte su expresión mosqueada en una expresión tenue. Claramente has hecho más que el resto de los participantes.

—Esa es la actitud.

La rapidez con la que pasaste de estar en las cocinas a estar sentada en un dirigible fue la misma con la que se nubla un día soleado. De pronto, en medio del rechazo masivo por parte de los examinadores, un hombre anciano cae literalmente del cielo para reprocharle a Menchi lo injusta que ha sido durante la prueba, su voz en escuchada al instante y se dictaminó que la segunda prueba debía volver a realizarse.

Mientras las personalidades importantes discutían, podías jurar que tu mochila había vibrado, y era obvio que no estabas loca. Gitta también lo había notado.

El bolso marrón que cruzaba de tu hombro al extremo contrario de tu cintura no te pertenecía, la dueña original que aquel cuerpo congelado al que le robaste la ropa... ¿Acaso estabas siendo maldecida por robarle a los muertos? El simple hecho de pensar en eso te causó sudor frío.

—Fue lindo hablar contigo Gitta, espero podamos cocinar juntos en otro momento—dijiste apresuradamente y huiste al primer baño que encontraste en el enorme vehículo aéreo. 

Tu ausencia permitió que una entidad con aroma a sangre pudiera entablar una delgada conversación con el de atuendo verde.

—¿Sabes cómo se llama? —preguntó con las ansias tintando su voz.

Eras en definitiva un elemento nuevo.

—No—afirmó.Pero claro que había escuchado tu nombre en algún punto de su charla unilateral.

Alicia, ella se llama Alicia.

Lo primero que notaste almirarte al espejo fue tu desgarradora apariencia física. Las ojeraspronunciadas, los labios rojos por estarlos mascando, la tierra pegada sobretus pómulos y el atuendo desprolijo que se convertía en la cereza de tuasqueroso pastel de lodo. Sin embargo, venías por la mochila.

Al sacudir violentamente la bolsa, todos sus elementos se desparramaron sobre el piso de azulejo blanco. Unos bolígrafos, algunas cápsulas con líquido colorido que preferiste no tocar, libretas con anotaciones en el idioma que no podías leer, navajas por doquier, y un enorme libro azul de pasta gruesa con decoraciones doradas.

Del libro provenía el temblor. 

—Es hermoso, ¿Cual será su títu...?—Las maravillosas aventuras de Alicia, leíste escrito en letras doradas con llamativa caligrafía —Tiene que ser una broma.

El olor a libro viejo inundó tus fosas nasales, casi olvidas los vestigios de tu propia realidad, abriste el libro de gruesa paginas para encontrarte con la mitad ( tal vez más de la mitad) de las páginas en blanco. Pero hubo una en especial que llamó tu atención...una página que estaba escribiéndose sola.

"Alicia encontró su posesión más valiosa, herramienta que no debe perder a toda costa. La tierra de los cazadores en propensa al peligro, y deberá usar el libro para encontrar al conejo blanco.

El lugar seguro en el que Alicia se encuentra no será suficiente para ocultarla de la Reina Roja, quién ya tiene sus ojos puestos en ella. Aliado, o enemigo, el dirigible está lleno de ellos...la elección que Alicia tome cambiará drásticamente su destino.

¿Qué camino escogerá Alicia?"

Perdonen la ortografía, luego revisaré los errores

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Perdonen la ortografía, luego revisaré los errores.

Espero lo disfruten. Besos.

Bunny's Garden [Hunter x Hunter] HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora