Capítulo 9 - Te ganaste un beso

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Salgo corriendo a la puerta apenas lo termina de decir, corro por la calle buscándolo pero no lo veo por ningún lado. Llego a ver su auto y a él subiéndose, corro como nunca corrí en mi vida y llego a subirme antes de que arranque.

—Bájate. —dice molesto.

—No. —soy firme.

—Liv bájate ahora.

—No y déjame explicarte lo que viste. —me mira un segundo dejándome hablar —Él y yo no somos nada.

—Entonces ... ¿Por qué estaba tan molesto por verme contigo?

—Quiere ser algo más que amigos pero no le respondí y el verme junto a ti lo hirió. Por eso fui tras él, lo quiero mucho, es un gran amigo y lo estimo. En serio lamento haberte dejado así de repente, me arrepiento muchísimo.

—Te perdono, tu padre me hizo compañía, es agradable.

—Si, es el mejor.

—Lo preguntaré una última vez. ¿No son nada tú y él?

—No, no somos nada. Ahora podemos dejar de hablar de él e ir a cenar.

—Está bien. —se ve levemente enfado pero al verme me sonríe —Hay un gran lugar lejos de aquí, muy lejos.

—Suena extremadamente bien.

—Solo dime que tu padre no tiene otro restaurante.

—No, gracias a dios. ¿No vamos a ir a Nueva York verdad?

—El lugar es lejos pero tampoco tan lejos.

Entre risas, Eric comienza a manejar y nos vamos al restaurante que mencionó. Luego de unos treinta minutos llegamos a "Providencia" un restaurante muy bueno pero no tanto como el de mi padre. Tiene un aura muy romántica, con luz baja y música tranquila de fondo.

Vamos a una mesa para dos y ordenamos comida. Esperamos a que llegue la comida, mientras hablamos un poco.

—Últimamente hablo mucho de mí por ser la nueva, hoy será al revés.

—Hablaré yo primero pero no toda la noche, quiero saber más de ti.

—¿Por qué ser biólogo marino?

—Me interesa mucho la vida marina, desde muy chico es así.

—Debe ser increíble estudiar el océano. Algo que siempre quise hacer es buceo en algún arrecife.

—Si quieres lo hacemos en la segunda cita.

Eric toma un sorbo de su vaso y me atraviesa con la mirada. Lo miro a los ojos, esos ojos tan sinceros e imponentes pero no voy a dejar que me dominen así que me pongo firme.

—Hay una gran posibilidad de que haya una segunda cita pero primero terminemos con esta, calmate Flash.

Él me sonríe confiado de que le diré que sí a una segunda cita. El mozo nos trae la comida, se ve riquísimo, el aroma que da es exquisito. Al primer bocado ya quiero pedir más.

—Esta buenísimo.

—No comía un salmón tan rico desde hace tanto, pero no le digas a mi padre porque me mataría.

—De acuerdo. —me sonríe —Es mi turno de preguntar. ¿Que haces en tu tiempo libre?

—No tengo un pasatiempo fijo, cocino, hago fotografías y leo.

Seguimos hablando por un rato largo, ya no tenemos los platos en la mesa, en algún momento el mozo se los llevo y no se cuando fue. Me divertí tanto en la cena que el tiempo paso volando.

El efecto de la chica nueva (+18🔥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora