Desperté con los quejidos de papá porque ya no soportaba las cajas de mudanza que seguían por la casa. Salí de mi habitación para ver que pasaba.
—Odio los ultimátums pero tienes hasta que vuelva de trabajar para que pintes tu cuarto o desempacaré por ti y te quedarás con ese horrible color amarillo.
—Lo prometo.
Fui a clases luego de haber desayunado, pasé un día tranquilo sin dramas. Bruno estuvo distante cuando Eric estaba cerca pero en el primer ensayo me divertí bastante tonteando juntos en el escenario. No estuvo tan mal como creí que sería.
Al terminar las clases como es viernes fuimos todos juntos a comer. Pedimos unas pizzas para compartir entre todos, hablamos, comemos y nos quedamos ahí un rato largo.
Eric es el primero en irse de la comida, luego se van Gwen y Mike. Nos quedamos hablando de Mandy, Jack y yo hasta que Tania viene a buscarla.
Se ofrecen a llevarnos pero nos negamos, ellas se van y nosotros dos nos quedamos solos en la mesa, era la primera vez en una semana desde que despertamos juntos en la playa que estábamos solos.
Nos pedimos una tarta de chocolate y él un mousse de limón. Esperamos a que nos trajeran los postres y compartimos las dos cosas. El postre de chocolate es riquísimo, dulce, amargo y no tiene comparación con el de limón. Al ponerme una cuchara de mousse de limón en mi boca siento lo más ácido que nunca sentí. Mi cara se arruga por el fuerte sabor y Jack se comienza a reír.
—Está muy fuerte. —sigue riendo —Deja de reírte.
—Tu cara no tenía precio.
—¿Cuánto limón tiene esto?
—La cantidad perfecta. —da otra cucharada con una enorme sonrisa.
—Tienes un paladar muy fuerte. Esto no tiene que ser con tanto limón.
—Esta bien, me lo comeré solo.
—Si porque no pondré otra cuchara de eso en mi boca.
Seguimos hablando y comiendo nuestros postres hasta que me doy cuenta de que tengo que ir a comprar la pintura. Pagamos los postres y le preguntó a Jack la hora que es. Al darme cuenta de que ya es bastante tarde me levanto de golpe de la mesa.
—¿Qué pasa?
—Olvidé que tengo que ir a la ferretería a comprar pintura. No voy a llegar, mamá se llevó el auto y papá está trabajando, tendré que caminar.
—Te llevo.
—Genial, gracias. ¿No tienes problema, verdad? No quiero molestar.
—No molestas, vamos.
Al llegar a la ferretería bajo por la pintura, me saco el casco y se lo doy a Jack, entro al local y voy al pasillo de la pintura. Miro los colores que hay pero no se me ocurre nada así que tomo un balde de pintura color blanco porque es mejor que seguir con ese espantoso color, un par de pinceles y un protector para el piso.
Pago por todas las cosas, salgo del local y veo a Jack sentado en la moto mientras juega con un perro que espera a su dueño dentro de la misma ferretería de la que salgo.
—Ya estoy. Hola bonito. —miro a Jack —¿Qué haces con un perro?
—Gracias, sé que soy lindo. Tú también estás muy bien.
—Le hablaba al perro.
—Tardaste tanto que un señor me pidió cuidarlo. No le gusta dejarlo atado.
—Perdón por tardar, no sabía que color elegir.
—¿Cuál elegiste?
—Blanco. —suelta una risa.
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El efecto de la chica nueva (+18🔥)
Fiksi RemajaOlivia se muda a los Ángeles desde Nueva York, junto con sus dos madres y su padre. Todo comienza cuándo a su madre adoptiva le dieron el puesto de directora en una nueva escuela, Olivia tendrá qué asistir a ella llevándose en el trayecto muchas exp...