XII.

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- ¿Qué clase de animal se supone que es? ‒ Reclamó Ten en cuanto lo vio al abrir la puerta. El tailandés se hizo a un lado y lo dejo pasar, cerrando la puerta una vez que Doyoung ya se había acomodado en el sofá. ‒ Es en serio Doyoung, ¿Ya te viste en un espejo?

- Solo son unas cuantas marcas Ten, yo mismo te he visto con una o dos alguna vez.

- Tú mismo lo dijiste, uno o dos. Tu cuello es casi completamente morado. ‒ Ten se sentó a su lado y le paso una lata, pero el pelinegro la rechazó. ‒ ¿Por qué? ¿Te sientes mal o algo así?

- Estas exagerando Ten. ‒ Dijo, cerrando sus ojos un momento. ‒ Me duele la cabeza, me ha estado doliendo todos estos días, supongo que fue el agotamiento emocional.

- Exagerando una mierda, verlo es horrible, Suh se excedió con eso, de todas formas, ¿Cómo fue que se lo permitiste? A ti ni siquiera te gusta que te las hagan.

- No me gusta, pero Johnny dijo que así iban a ver que ya estaba "tomado" y no se me iban a acercar. ‒ Doyoung llevo una mano a su cuello, acariciando la amoratada piel. ‒ Es tonto, pero dijo que lo hacía sentir mejor y yo no iba a iniciar una discusión sin sentido por eso, acabábamos de arreglarnos y bueno, solo son moretones, en unos días ya no van a estar.

- Tienes razón, solo son moretones y van a desaparecer. ‒ El pelinegro rodó los ojos ante el tono sarcástico utilizado por Ten. ‒ Igual que los de tu muñeca, también van a desaparecer en unos días y entonces olvidaremos ese pequeño desliz, porque ya no vamos a poder verlos.

- Él se disculpó Ten, esto no se va a repetir. Además tiene razón en algo, yo sé lo inseguro que es, debí mencionar que los amigos de Kun estaban ahí Ten, yo también lo hice sentir mal. ‒ Ten lo miro incrédulo, como si se estuviera volviendo loco.

- ¿Es que acaso te estas escuchando Kim Doyoung? ‒ A este punto el tailandés ya estaba elevando un poco la voz, no podía creer que de verdad esas palabras hubieran salido de la boca de su amigo. ‒ Lo que acabas de decir es una estupidez, una cosa es que sea inseguro y otra que sea un enfermo celoso, tu ni siquiera intercambiaste una sola palabra con los amigos de Kun, ellos solo estaban sentados en la misma mesa que nosotros y él se comportó como un imbécil y por supuesto que no hay punto de comparación en lo que tú "hiciste" y lo que él hizo. Tu solo olvidaste comentarle que había alguien más, él te agredió físicamente y te trato como basura.

- Eso no fue así Ten, debí de ser más considerado con él. El solo es celoso porque antes ya ha tenido malas experiencias con sus exparejas, hay que tratar de entenderlo. ‒ Trato de tranquilizar el pelinegro, pero el más bajo solo parecía molestarse más y más. ‒ Y no fue su intención lastimarme, seguro que él no midió su fuerza al sostenerme, todos somos impulsivos cuando estamos molestos. Tu mejor que nadie sabe de eso.

- No hay comparación Doyoung, la primera vez que te hizo una de sus tonterías no te dije nada justo por eso, porque mejor que nadie sé que a veces uno actúa por impulso, pero Doyoung, estas queriendo quitarle importancia a una cosa muy grave. Una cosa es que te termine por mero impulso y otra muy diferente que te grite y te lastime.

- El no quería hacerlo. ‒ Replicó una vez más. ‒ Ten eres mi amigo, vine aquí para pasar tiempo contigo y contarte lo que había sucedido porque me importas y te quiero. Eres uno de mis amigos más importantes y siempre tomo en cuenta lo que dices, pero Ten, has odiado a Johnny desde el inicio sin ningún motivo, cuando te dije que arreglamos las cosas no esperaba que estuvieras de acuerdo, pero si que respetaras mi decisión, me entendieras y me apoyaras. Pero desde que entre por esa puerta todo lo que he escuchado son críticas, justo lo que no necesito en este momento.

Dulces Heridas  [Johndo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora