Dulces Heridas [Johndo ]

XX.

Doyoung y Johnny partieron rumbo a la casa del pelinegro después de tomar una siesta, Doyoung ya no estaba tan seguro de querer ir, pero al final él era el que lo había pedido, así que no dijo nada y emprendieron el camino a casa de sus padres. Normalmente sentía que tardaba demasiado en llegar, sin embargo, en esta ocasión el camino fue demasiado corto para su gusto.

Cuando finalmente estuvieron a unos pocos minutos de llegar sus manos comenzaron a temblar y sintió su corazón acelerarse. Tenía miedo de ver a sus padres y sus amigos, de darles explicaciones sobre lo que había sucedido, pero sobre todo tenía miedo de ver a Taeyong, tenía miedo porque probablemente iba a ser la última vez.

Se perdió en sus pensamientos y solo volvió en sí mismo cuando Johnny estaciono frente a la casa de sus padres, miro por la ventana, todo parecía muy tranquilo y solo la luz de la cocina se encontraba encendida. Mordió su labio inferior con fuerza, hasta que pudo sentir el sabor metálico de la sangre, ¿Qué iba a hacer? ¿Qué iba a decir?

- Tranquilízate, yo me voy a encargar de todo, corazón. ‒ Doyoung giro su rostro para mirar a su novio. Era cierto, Johnny dijo que él se iba a hacer cargo, no había nada de qué preocuparse. El mayor tomo su mano y la llevo a sus labios, presionando un tierno beso en el dorso. Doyoung suspiro feliz, Johnny era el mejor novio. ‒ Vamos. ‒ Le quitó el cinturón de seguridad y procedió a bajar para llegar hasta la puerta del copiloto, abriéndola y ayudando al menor a ponerse de pie.

Johnny lo sostuvo, acomodándolo de manera en que su pie lastimado no tuviera que apoyarse demasiado y caminaron hasta la puerta de entrada. El castaño toco el timbre y en menos de un minuto la madre del menor llego a atender la puerta.

El rostro de Kim Taeyeon paso de la sorpresa al alivio al ver a la pareja en la puerta, pero su semblante cambio a uno preocupado de nuevo en cuanto los observo mejor y noto que su hijo tenía el pie lesionado.

- Youngie, ¿Qué te paso? Dios mío, pasen, pasen. ‒ La mujer se hizo a un lado, permitiendo que los más jóvenes entraran. Johnny dirigió al menor hasta la sala, dejándolo con mucho cuidado sobre el sofá y quedándose a su lado.

La madre del pelinegro entro justo detrás de ellos y unos segundos después ingreso su padre. Ambos estaban preocupados y los llenaron de preguntas sobre lo que había sucedido y tal como Johnny le había prometido él fue el que se encargó de responder todo y de explicar lo que les había pasado y porque no habían dado señal de vida en todo el día, o por lo menos algo así.

Doyoung intentó convencerse de que lo que estaban haciendo no era mentir, pero aun así se sintió un poco culpable por alterar la historia para sus padres, pero no había manera en el mundo de que les contaran lo que había sucedido en el club, sobre su discusión y como era que se había hecho la lesión en realidad, solo iban a preocuparlos más.

Ambos habían acordado decir que habían quedado de verse en el club, que cuando Johnny había llegado Doyoung ya estaba demasiado ebrio, que había perdido su celular en el mismo club y finalmente que se había tropezado y torcido el tobillo mientras buscaban algo para que el menor comiera y se le bajara la borrachera, por lo que Johnny había tenido que llevarlo al médico y al final habían decidido hospedarse en un hotel cerca del hospital para descansar antes de volver, pues el hospital quedaba a casi hora y media de distancia y Johnny estaba demasiado cansado como para conducir.

Definitivamente no era mentir, pensó, solo estaban cambiando y omitiendo algunas partes de la historia, como el asunto de Taeyong, la discusión que habían tenido y por supuesto, el hecho de que se había torcido el tobillo al caer cuando Johnny le había pegado con el auto, solo algunos detalles.

Johnny continúo respondiendo todas las preguntas de sus padres hasta que estos finalmente se sintieron satisfechos y quedaron más tranquilos, luego los cuatro se enfrascaron en una conversación trivial, con un Doyoung bastante contento de que todo hubiera salido bien y que sus padres no odiaran a Johnny.