XVI

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Se removió una vez más en la cama, inquieto. Apenas y había podido pegar el ojo en toda la noche, abrumado por toda la maraña de sentimientos en su interior. Tener la posibilidad de pasar tiempo con su familia lo alegraba, no iba a negarlo, pero tampoco iba a negar que aún había algo, algo en su interior que hacía que no pudiera solo pasar de página con respecto a lo sucedido. También estaba el asunto de sus amigos, no los había visto mucho desde su reconciliación con Johnny.

Aunque Jaehyun le había dicho que iba a estar a su lado sucediera lo que sucediera, Doyoung no pudo evitar notar que el castaño había estado algo distante con él y sobre todo, con Johnny, a quien parecía evitar a toda costa. Doyoung había intentado preguntarle qué era lo que sucedía, pero el castaño se la pasaba repitiéndole hasta el cansancio que solo intentaba darles su espacio, hasta que finalmente acepto que quizás si era eso y él estaba exagerando la situación, por lo acostumbrado que estaba a la presencia del más alto. Aun así, había momentos, como este, en los que no podía evitar sentir que Jaehyun lo estaba alejando y eso le dolía .

Con Ten la situación era un poco más complicada. En realidad, durar molestos entre ellos por un periodo largo de tiempo era algo casi imposible. Ten lo había buscado para disculparse solo dos días después de su discusión; y ellos habían arreglado las cosas o algo así, aunque el tailandés le dejo muy en claro su postura respecto a Johnny y lo poco que confiaba en él. Las cosas básicamente habían retomado su curso normal entre ellos, pero la relación entre Ten y Johnny había empeorado. Cada vez que se veían Ten abría la boca y terminaba en una pequeña discusión entre ellos, lo que había comenzado a agotarlo también, entendía que Ten solo se preocupara por él, pero no había justificación para que el más bajito comenzara a atacar a Johnny en cuanto lo viera cerca.

Johnny, pensó, sus ojos cristalizándose de manera inmediata. El americano era la causa principal de el tornado de sentimientos que estaba experimentando. Por algún extraño motivo Doyoung se sentía aterrado ante la idea de que Johnny estuviera tan lejos de él, estaba muerto de miedo por pasar un día entero sin su novio rondando cerca, nunca se había sentido tan vulnerable por la ausencia de una persona, pero era una sensación horrible. Él se lo atribuía al hecho de que desde su reconciliación, no hubo un solo día que ellos no hubieran pasado juntos, hasta hoy y eso lo estaba matando, la sensación de vacío, el miedo, la ansiedad, todo. Se suponía que hoy tenía que ser un buen día, era su cumpleaños, iba a estar con sus seres queridos y tenía que disfrutarlo, pero de alguna manera sentía que ya había empezado el día con el pie izquierdo, resintiendo la falta del castaño mucho más de lo que esperaba ¿Qué demonios estaba sucediendo con él?

Lagrimas brillantes comenzaron a abandonar sus ojitos. No, no, no, no. No iba a llorar, hoy no. Secó las pocas lagrimas que alcanzaron a escapar con el dorso de su mano y se incorporó en su cama. Miró la hora en el reloj de la mesita de noche y suspiró pesadamente, apenas eran diez para las seis. Comúnmente eso le parecería demasiado temprano como para siquiera estar despierto, pero no quería seguir en su cama, sin hacer nada, solo pensando y pensando, no. Decidió levantarse y tomar una ducha, para poder activarse y comenzar el día.

Se tomó su tiempo y cuarenta minutos después finalmente salió del baño, miro el reloj nuevamente y aún era demasiado temprano, probablemente sus papás y su hermana continuaban durmiendo, seguramente Jaehyun y Ten estaban en las mismas condiciones en la casa del castaño y Taeyong, su autobús llegaba hasta las ocho y media; y era una hora de camino hasta su casa, así que tampoco era opción, se había resignado a dar vueltas por toda su habitación, cuando una idea llego a su cabeza.

Faltaba poco para las siete, por lo que podría conducir el auto de su padre hasta la estación de autobuses, recoger a Taeyong y traerlo a casa, incluso podría pasar por el desayuno para su mejor amigo, pues tenía bastante tiempo. Decidido salió de su habitación y bajo apresuradamente las escaleras, se detuvo en la cocina para dejar una nota a su familia, tomo sus llaves y las del auto y salió al frio matutino. Su cuerpo comenzó a temblar casi al instante, sus mejillas enrojecieron por el frio y podría jurar que sus manos estaban a nada de congelarse. Llegó hasta el vehículo y se subió lo más rápido que le fue posible, encendió la calefacción y se tomó unos segundos para que su cuerpo comenzara a entrar en calor. ¿Será que Johnny ya estaría despierto a esta hora? Saco su teléfono y tecleo un mensaje rápido, rogando al cielo que el americano estuviera despierto, quizás si hablaba un poco con él, la sensación de vacío lo abandonaría. Su celular vibró y una sonrisa adorno su rostro.

Dulces Heridas  [Johndo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora