Capítulo 4

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Casi temble por el tono de voz que uso para reprocharme, luego de eso me cargo y de nuevo emprendió su camino al bosque, ya no me miraba en absoluto y los agujeros de su nariz se abrían mucho con cada respiración, aproveche ese momento para admirarlo un poco más. Se miraba como un hombre atormentado y cansado. No entendía como podía sentir esa simpatía hacia el. Era el enemigo, pertenecia a las criaturas más horribles conocidas algunas vez por el hombre. Y posiblemente lo peor de toda mi temible situación era que él era el jefe de esos demonios hechos hombres.

No sentía miedo estando con él, me sentía realmente intimidada pero no tan asustada. Era muy contradictorio pero ese misterioso hombre provocaba Muchas emociones nuevas en mi. Emociones que creí jamás conocer y peor aún con un hombre como ese.

Luego de caminar casi dos horas conmigo en brazos llegamos a una comunidad de casas casi iguales a las de Jarlem, parecía que no había nadie, todo era un completo silencio. Él pareció leer mis pensamientos por que aclaró mis preguntas no formuladas.

-Todos están en los pueblos, cazando o buscando a sus parejas.- Aclaró, con el ceño fruncido y con la mirada al frente.

Llegamos a la casa que al parecer era la más grande, dos hombres enormes la costudiaban y sonrieron al vernos llegar.

-¿Es para nosotros, Alpha? .- Preguntó el más alto. - Espero que esta no se rompa tan facil como la anterior.

Ambos guardias estallaron en carcajadas, me aferre al pecho de mi captor y una media sonrisa adorno su rostro.

-Muestren más respeto.-Gruño.- Están frente a su Luna, no quiero más comentarios.

Ambos hombres palidecieron y murmuraron una disculpa antes de alejarse para dejarnos pasar.

Me llevo hasta una habitación con una gran cama, algunas velas encendidas adornaban el lugar y un aroma a hierbas mejora aún más todo.
Me había cargado todo el camino y ni siquiera se miraba cansado. Y yo no era precisamente ligera. Tenia un cuerpo con muchas curvas en los lugares correctos heredados de mi madre. Mi padre decía que su perfección lo cautivo, que su bondad lo hechizo y que el amor que ella le brindó acabo con cualquier minúscula duda que tuviese de que ella no era una diosa que iluminaría su vida.

Se detuvo al pie de la cama y me dejo delicadamente en el suelo. Se sentó en la cama y me observó atentamente.

-Desnudate.- Exigió. Lo mire con los ojos muy abiertos y sin saber que hacer. No tenía ningún tipo de experiencia y el era un completo desconocido. Retrocedi dos pasos y lo mire a los ojos.

-No.- Dije firme.- Yo jamás he estado con un hombre y...

-Lo se.- Sonrió... ¿Emocionado?

-¿Lo sabes? ¿Cómo?

-Puedo olerlo. Puedo sentirlo. Hoy, Mi Hermosa Luna, concebiremos un hijo que continúe con mi linaje. Mi pueblo necesita a su próximo Alpha.

-¿Uu-un hi-ijo?

-Si. Y quiero advertirte que si en cinco lunas más no cumples con tu misión como mi mujer entregandome un hijo, te entregaré a mi manada y ellos no se preocuparán por tu disfrute como yo, Luna Mía.

Estaba segura que el color de mi rostro se había ido. Esto en realidad estaba pasando.
El se puso de pie y me acercó a su pecho, al parecer el también descubrió que esa acción me tranquilizaba.
Comenzó a masajear mi cuero cabelludo, mis hombros y bajar lo poco de tela que aún cubría mis pechos.
No me alejé y no lo detuve. No serviría de nada, esta era mi nueva vida y no dejaría que la muerte de mi pueblo fuera en vano. Cuando llegará la hora, me vengaría de estos monstruos.

Él podía ser dueño de mi cuerpo pero jamás sería dueño de mi espíritu.



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¿Qué dicen? ¿Le sigo? xD Gracias por sus votos y comentarios ♡

La Mujer del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora