Habían pasado dos semanas después de la ceremonia, casi no salía y mis días sólo consistían en quedarme en casa y esperar que Mijail llegará para amarnos cada día un poco más.
Empezaba a sentir esa necesidad de estar a su lado, mi cuerpo y mi mente lo extrañaban siempre que se iba de mi lado.
Estos días había aprendido mucho de su pueblo. El hombre que me había atacado la primera mañana que pase aquí era su Beta, al parecer el segundo al mando. Mijail era un Alpha, el hombre mas fuerte de toda la manada. Al parecer sólo los hombres se transformaban a lobos en las noches. Aunque habían unas pocas mujeres que también lo podían hacer. Generalmente las que tenían una pequeña familiaridad sanguínea con el Alpha o el Beta.Ahora me sentía más cansada que antes, quizá era por toda la actividad marital con Mijail. A veces me explicaba que su lobo le exigía más de una vez complacer a su Luna, por supuesto que ni el ni yo nos molestabamos, Mijail era el más apasionado amante que podria existir.
Ya casi iba a anochecer, comence a preparar todo para la cena cuando de pronto un grito desgarro el silencio tranquilizador que hubo todo el día.
No salí, no sabia que pasaba. Corrí a la habitación y por la ventana que estaba entre abierta pude ver el caos que ahora reinaba en la aldea de Mijail.Hombres pálidos, delgados y muy altos atacaban a todos en el pueblo, al parecer eran los vampiros de los que Mijail me había hablado. Desgarraban los cuellos de todos los que se cruzaban en su camino, era una carnicería totalmente.
No podía ver a Mijail por ninguna parte, mi corazón latía desenbocado en mi pecho, retrocedí unos pasos de la ventana golpeandome con alguien a quien no había escuchado entrar, deje salir un suspiro de alivio, Mijail había llegado.
Pero no era él.
Frente a mi se encontraba uno de esos seres horribles con una sonrisa en su rostro. Me aparte de él pero rápidamente se colocó frente a mi, demasiado cerca.
—Hermosa, pero ¿Qué tenemos aquí? Estas totalmente comible, en todos los sentidos.— colocó sus manos en mi cintura y sin ningún esfuerzo me levanto hasta quedar frente a él.— ¿Me permites?.— Preguntó antes de acercar su nariz en mi cuello y aspirar fuerte.— Mmm, así que... ¿Eres del Alpha? Interesante, siento algo mas, si no te molesta...
No termino la frase antes de arrojarme en la cama y subir la falda de mi vestido hasta por debajo de mis pechos, trate de patearle y golpearle pero con mucha facilidad contuvo mi pobre fuerza.
Olfateo desde mi feminidad hasta mi vientre, recogiendo todos los aromas que pudo encontrar. Solté un grito de auxilio pero también lo silencio antes de que alguien pudiera escucharlo.—Shh, mi querida princesa, tienes algo que nosotros queremos, ¿Quieres dar una vuelta con nosotros?
—Vete, Mijail les dará caza. Alejense de su Luna.— Agradecí de que mi voz sonará firme y fuerte. Sin titubeos.
El vampiro me miró con sus ojos azules y fríos y sonrió, una sonrisa de verdad.—Como desee.— Hizo una reverencia y salio por la ventana segundos antes de que Mijail entrará hecho una furia.
—Lo huelo, ¿Donde esta? ¿Te hizo daño?.— Preguntó mirando a todos lados. Me levanté de la cama acomodando mi vestido y corriendo a su lado.
—Llegaste a tiempo.— Susurre en su oído mientras le abrazaba.
—Escuche lo que dijo, ¿Qué puedes tener que él quiera?.— Preguntó confundido, me separe de él y lo mire a los ojos, quizá en otro situación me hubiese parecido graciosa su ignorancia, pero no podía hacerlo ahora.
—Mijail.— Susurre acercándome a él tomando su mano y colocandola en vientre plano.— Tienes que cuidar de nosotros.
Muchas emociones se reflejaron en su rostro, pero la que mas me preocupo fue su miedo. Un miedo real se reflejo en el por unos segundos, los suficientes para dudar de él. Los suficientes como para preguntarme si Mijail podría ser un verdadero hombre para mi y mi hijo.
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La Mujer del Alpha
WerewolfLa vida en un pequeño pueblo en medio de la nada se supone tiene que ser tranquila y buena. Pues, en nuestro pueblo no. Jarlem North esta invadido por criaturas que se convierten de Lobo a humano. Cada cierto tiempo, cuando la luna se torna roja se...