22. Un sueño que parece pesadilla

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—¡¿En serio no lo sabías?! —pregunta, antes de hacer el torpe intento de ocultar su risa—

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—¡¿En serio no lo sabías?! —pregunta, antes de hacer el torpe intento de ocultar su risa—. ¡No puede ser! ¡Pensé que estabas bromeando!

La chica frente a mí vuelve a estallar en carcajadas, mientras la otra sólo intenta desviar su vista hacia todos lados, de modo que no tenga que mirarme a la cara. Y, si soy honesto, tampoco quiero que lo haga, pues seguro sufriría un infarto debido al miedo que siento, el cual, ha comenzado a mezclarse con otro sentimiento que reconozco bastante bien…

Vergüenza.

Todo este tiempo, estuve preocupado por tener que convivir con una chica que parecía tener dos personalidades, cuando, en realidad, sólo tenía una gemela. ¡Una gemela! ¿Por qué no pensé en esa opción? ¿Por qué tuve que inventarme lo del trastorno de identidad no sé qué, para explicar lo que pasaba? ¿Por qué mi cerebro no pensó en otras opciones? Como si fuera poco, acabo de delatarme ante ellas e hice el mayor ridículo de toda mi vida.

«Suficiente, me voy de aquí»

«¿Y a dónde irás?»

«Volveré al cielo de las conciencias. Quizás, ésta vez, me toque un dueño menos idiota que tú»

«Suerte con eso. Al parecer, a mí nadie me gana»

«Dije MENOS idiota, no MÁS idiota»

«Ah…»

«¡IDIOTA!»

—¿No le dijiste? —pregunta la chica a la que, hasta hace unos minutos, identificaba como la personalidad de Madison.

—Yo no, ¿y tú? —devuelve la pregunta, a lo cual, ella niega.

Un breve momento de silencio se crea entre nosotros, antes de que las dos chicas frente a mí, vuelvan a estallar en carcajadas, mientras yo no hago nada más que mirarlas con temor y cierta desconfianza. La imagen aún me resulta demasiado irreal como para no sentirme así.

¡Ya sé qué es lo que está pasando! Seguro que esto solo es un mal sueño, lo que significa que en cualquier momento despertaré y toda esta incómoda situación se acabará. Todo desaparecerá en cuanto abra los ojos.

Sin embargo, la parte lógica de mi cabeza no tarda mucho en aparecer y decide ponerse en mi contra. No tiene sentido. Ninguno de los sueños que he tenido —aún mis peores pesadillas— se ha sentido tan real, por lo tanto, no es posible que esto sea un sueño. Entonces, significa que esto sólo puede ser una broma…

Una muy mala broma de mi cabeza…

—Eithan… —habla la chica que, hasta dónde sé, es Madeline—, ¿de verdad creíste que éramos la misma persona?

La vergüenza me impide responder esa pregunta.

—¿Fue por eso que me preguntaste si no quería estudiar Arquitectura? —Al parecer, la otra chica no entiende lo que dice, por lo que decide aclarárselo—. El otro día, le dije a Eithan que quería estudiar Fotografía, pero él… él dijo que yo hablé de querer estudiar Arquitectura.

¿Otra Vez Tú? © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora