Capítulo 27

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Al final de este capítulo habrá un anuncio importante sobre la historia


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Esperaron a Sasuke dentro de la pequeña casa durante unos minutos antes de que llegara con el saco de los últimos víveres que había comprado. Mientras que él los guardaba, ella subía a Shoku a Velkhana y lo aseguraba para que no cayera de ella.

Él hombre, salió de su casa y se acercó a ellos.

-¿Os lleváis al pequeño? - Preguntó el hombre tal y como si hubiera saludado con un "Buenos días".

-Buenos días - dice la joven saludando al hombre -.

-Buenos días, si, nos lo llevamos y él quiere venir con nosotros.

-Mejor, aquí cualquier día le podría pasar cualquier cosa.

Sasuke y él capitán estuvieron hablando sobre la ruta que debían de seguir para llegar al siguiente pueblo, la cual, por lo que ella estaba escuchando, no era demasiado complicada; sin embargo, lo que si podía complicarle el viaje era el clima. No era algo que les molestara demasiado, pero ahora, debían de cuidar de un niño que dependía completamente de ellos, ya que solo tenía cuatro años.

-Que tengáis buen viaje y si algún día queréis volver al otro lado estaré encantado de volver a llevaros - había sido una despedida muy jovial por parte del capitán lo cual los hizo sonreír a los tres -.

-Muchas gracias a usted por permitir que nos alojásemos en su propiedad - contestó la joven haciendo una pequeña reverencia al hombre -.

-Que tenga usted también un buen viaje - pronunció Sasuke de forma tranquila -.

Después de despedirse, empezaron a caminar agarrados de las riendas de sus corceles. Iban por la calle y, por supuesto, el pequeño iba montado. El pequeño miraba sus manos, ya que sentía las miradas de odio de todos los aldeanos sobre sí mismo y eso lo entristecía mucho. Cuando llegaron al final de la calle, las mismas personas que dos días antes retuvieron al pequeño, estaban haciendo una barrera para que no se fueran.

-¿Podrían apartarse? - La pregunta quería sonar de manera amable, pero pronunciada en los labios de Sasuke no estaba sonando para nada amable.

-No vamos a apartarnos de aquí hasta que no nos entreguéis al niño – contesta la misma señora mayor que el día anterior les había hablado tan sumamente mal -.

-Nos vamos a ir de aquí con él – pronunció la muchacha mirándolos a todos-, o podemos luchar. Esas son las opciones, pero les aseguro que no querréis la segunda.

Sasuke pudo mirarla a ella, pudo ver una expresión que no había visto nunca, era una expresión fiera, desafiante, casi parecía estar acuchillándolos con los ojos, aquello lo dejó sorprendido, pero no le extrañó tanto porque lo que hacía era proteger al pequeño. La reacción de los aldeanos fue francamente lógica, ya que se asustaron y pusieron nerviosos, lo cual hizo que los dejaran pasar.

Nada más salir del pueblo se montaron en los caballos. Él pequeño había pasado miedo porque aún temblaba. Hinata lo abrazó contra sí mientras aun sujetaba las riendas intentando darle seguridad diciendo que ellos lo iban a proteger. Shoku puso sus manos sobre las de ella y, aunque las notaba al frías, no dijo nada, porque aquella parecía la manera en la que él le estaba dando las gracias.

Destinos cruzados (SasuHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora