SIEMPRE LA OTRA

¿QUIÉN ES EL?

*'**¨*¨*¨+

El abrazo luctuoso duro unos minutos, en el que Sungmin se sintió segura a su lado, la fortaleza que necesitaba, el impulso a seguir. Era cálido, era tal como lo recordaba. El hombre por el que suspiro en sus noches de desvelo, por el intento ser más que una princesa, a quien le regalo su primer beso, con el que se soñó casada, a pesar de que despertó sabiendo que tenía que viajar a Joseon para desposar a un príncipe, estaba junto a ella.

No era de la realeza y aquel delito los había dejado sin la posibilidad de tener un romance. Aunque por sus méritos el emperador había comenzado a tomar en cuenta la posibilidad de un matrimonio para felicidad de su hermana, aunque al último la termino casando en un hogar extranjero.

Mientras Kyuhyun la arropaba, Wu chun interrumpió anunciando que un grupo de jinetes de acercaba al palacio. Presintió su presencia y deshaciéndose de las manos de Kyu, corrió a la entrada.

Aquel caballo era un excelente ejemplar tanto como su dueño, paro en seco frente a la casa, mientras la servidumbre se preguntaba quién era el extraño. El uniforme lo hacía pasar como un soldado, pero no como cualquiera, la insignia en el casco, lo nombraba como parte de la guardia real y principal general de la misma.

Para sorpresa de los presentes, la princesa salió y al verlo, corrió a su encuentro, abrazándose fuertemente al hombre que la espero con los brazos abiertos.

Por primera vez en su vida Kyuhyun sintió las miradas de lastima por parte de su gente, desde la puerta del palacio observo el cálido recibimiento de su esposa para el extraño. Extraño para él pues ella parecía conocerle bien, ya que al separarse, le tomo de las manos e intercambiaron unas cuantas palabras en mandarín, que Kyuhyun no comprendió y por primera vez pensó que no sería malo aprender un poco del idioma de su esposa.

Nadie le miro, Sungmin no se tomó la molestia de presentarlo, colgada a su brazo y apoyada en el hombro del sujeto, entro al palacio y ordeno que les sirvieran el té. Se quedó solo como un monolito de piedra hasta que unos soldados, fueron quienes le indicaron que debía entrar y regresar a la sala donde su madre y Seohyun les esperaban.

-Quién es el extraño- pregunto su madre cuando el volvió al parecer las damas lo habían visto todo desde su habitación.

-No sé- respondió.

-Parece que conoce a la princesa- dijo lady Siwon, y aunque nadie le hizo caso a su comentario, asintieron pues era verdad la familiaridad que existía era muy visible.

-Qué pasara con nosotros- pregunto Seohyun.

-Nos mataran- dijo la reina.

-No. Sungmin no nos matara ella pretende que me instale en el trono-

-Qué-

-Ella me ha preguntado si deseo tomar el trono -

-A cambio de que te lo ofrece- pregunto Seohyun, preocupada.

-A cambio de nada, creo que es una promesa que le hizo a mi padre-

-No te fíes de ella hijo, no creas nada de lo que dice esa mujer, miente es una embustera, ella ... seguramente ella fue la traidora, ella hizo que Gi Kwan muriera- dijo la reina en pleno sollozo.