Lo que fui, soy y seré.

15. Verdades

Kayden

Cierro la puerta a mis espaldas y no puedo evitar sonreír al pensar en mi Monstruito, que ya debe estar trabajando en el taller.

Puedo decir que la noche de ayer fue una de las mejores desde hace más tiempo del que quiero recordar. Me sentí yo mismo a su lado. Y cuando canté... por poco no se pone a saltar por toda la habitación. 

Me quedé bastante impactado cuando estuvo a apenas unos centímetros de unir nuestros labios, aunque, por mucho que yo lo desee, no iba a dejar que nada pasara, no sabiendo que ella no se siente preparada para algo así.

Bajo apresuradamente las escaleras y me encuentro con Theo esperándome en la recepción.

—Hey —saluda cuando me acerco.

—Buenos días.

—Y tanto que son buenos —dice, con una sonrisa torcida.

Parece animado, como si hubiera recibido una buena noticia. Me alegro por él, ambos parecemos haber pasado una buena noche.

No puedo esperar a ver a Lena. No sé qué le habrá pasado a él, pero parece igual de entusiasmado.

Bajamos las escaleras principales y caminamos sin prisa hasta la cafetería, donde Greta, la desvergonzada mujer que reparte los desayunos, nos regala unos apetitosos bocadillos con su número de teléfono escrito en el envoltorio. Ambos nos miramos sin poder esconder nuestras risas. Greta en un caso aparte.

Después de despedirnos de ella, salimos a la calle y nos sentamos en una de esas pequeñas mesas exteriores.

—¿Vas a hacer algo hoy, además de la reunión de estrategia? —me pregunta mientras mastica su comida.

—Dentro de un rato iré al taller, ¿y tú?

—Yo también —contesta—. No puedo esperar a ver a mi preciosa, tengo que preguntarle algo.

"Su preciosa" ¿Lola? ¿Desde cuándo Theo va detrás de Lola? Sabía que él y Lena se traían algo juntos, pero eso ya es agua pasada. 

Theo no se ve como alguien muy enamoradizo, parece que prefiere no tener nada serio con nadie e ir de una flor a otra. ¿A Lena le parecerá bien que ahora, de repente, Theo se vaya con su amiga? Tampoco es que ellos hubieran tenido nada serio, pero a mí se me haría un poco raro.

Después de desayunar, emprendemos nuestro camino hasta el taller, ambos entusiasmados por llegar. ¿Qué dirá Lena al verme? ¿Se le hará incómodo? Quiero decir... yo ya tenía aceptado desde hace tiempo que estaba enamorado de ella, pero no sé si ella es muy consciente de esos sentimientos que empiezan a nacer en su interior. ¿Lo habrá siquiera pensado? 

Al entrar al taller, no puedo evitar fijarme en que las chicas interrumpen su conversación abruptamente. "Secretos de chicas", río para mí mismo. 

Me alegra que Lena haya conseguido hacer amigas. Por lo que me han contado Austin e Ethan, nunca ha sido de esas que hacen fiestas de pijamas y quedan para ir al centro comercial, sino que ha preferido estar con chicos y jugar a la consola o a algún deporte. Estoy feliz por que se esté dando cuenta de que no todo es blanco o negro.

Tal y como le juré, la estoy viendo crecer, aunque ella no se dé cuenta de que lo está haciendo.

Me dispongo a caminar hacia ella, pero antes de que me dé tiempo a acercarme, otro cuerpo ya se encuentra sobre el suyo. 

Lola, libre de cualquier atadura, se aparta de los otros dos y empieza a hacer tareas en la mesa que se encuentra a mi lado. 

Mientras trabaja, a pesar de intentar disimularlo, noto como presta atención a lo que pasa frente a nosotros. ¿Qué se supone que está ocurriendo? Es decir, no estoy enfadado y sabía que tratándose de Lena algo así podía pasar, pero... ¿Por qué está Theo tan pegado a ella?