019. No más secretos

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Hoseok llegó hasta el departamento de Alex y Yoann y no se molestó en llamar a la puerta antes de colocar el código de entrada. Había pasado los últimos días en su hogar sin pretextos o excusas que dar a la pareja, ellos lo sabían. Que el mayor de los Min se sentía solo, triste por el silencio al que Jimin lo estaba sometiendo, y que la sombra de su personalidad alegre y despreocupada se mantenía apenas viva con la distracción de la pareja y sus palabras de aliento.

El no hablar con su hermano solo le hacía más daño, pero cada que intentaba mandarle un mensaje para acordar verse, terminaba acobardandose y tirando de sus cabellos con desesperación.

Al menos con Alex y Yoann podía distraerse, no tenía que fingir que estaba bien mientras se sentaba en la sala con ellos para mirar películas, o cuando Dog se tiraba sobre su regazo dejándole sentir que también estaba preocupado por él. Yoann le platicaba de sus proyectos y trabajo actual, Alex lo hacía reír y de vez en cuando, en el calor de sus sábanas, compartían algo más que abrazos llenos de consuelo y caricias amistosas.

El silencio en la sala lo llevó hasta la habitación y fue cuando los vio.

A veces sólo basta con mirar a los ojos a una persona para saberlo todo de él... y era innegable al mirar a Alex que estaba completamente enamorado de Yoann.

Mientras el moreno dormía con la espalda sobre su pecho, Alex le rodeaba con los brazos y besaba su rostro suavemente, casi como acariciándole con sus labios mientras susurraba sólo para él lo que parecían palabras de amor.

Hoseok los miró enternecido en el marco de la puerta, amaba su dinámica a pesar de que inconscientemente le hiciera daño. Él nunca había tenido algo así, se repetía a sí mismo que no era la clase de protagonista que recibe las cosas buenas, las más tiernas y el verdadero amor.

—¿Día pesado? —Su susurró con temor de romper la armonía. —Ayer me dijo que tenía una deadline encima.

Mientras se despojaba del abrigo, llegó hasta el baño y dejó la puerta abierta solo para poder lavar su rostro e intentar acomodar sus ideas por milésima vez en el día.

Alex le hizo señas para que se sentara junto a él en la cama, y no dudó en pasar uno de sus brazos sobre sus hombros y besar la cima de su cabeza.

—Cambios de última hora. Ayer estuvo hasta tarde haciendo correcciones y esta mañana le llamaron temprano y no se levantó de la computadora hasta que le sugerí que sacara a correr a Dog —el perro empezó a menear su cola sin levantarse de su cama, como notando que hablaban de él— así que le propuse un masaje y lo siguiente que supe es que estaba dormido —explicó en voz baja. Moría de ganas de preguntarle por Yoongi, pero bastaba sólo con mirarle para saber que aún no arreglaba nada.

Hoseok asintió con una ligera sonrisa y apartó un mechón rebelde de la frente de Alex. Había tanto estancado en su garganta desde que Seokjin le mencionó como quien no quiere la cosa, que Yoongi se había comunicado con él, contándole sobre su éxito en Tokio y lo mucho que progresó su trato con Jimin en los últimos días, y Hoseok, por su puesto, no fue capaz de pasar bocado desde ese momento. Tenía que sacarlo o terminaría consumiendo lo poco de su energía.

—Sabes... —se acurrucó a su lado, dejando la cabeza descansando junto al brazo qué había rodeado con los suyos. Su mirada al frente en el televisor apagado que reflejaba la silueta de los tres, mantener la mirada lejos de los ojos de Alex lo hacía sentirse a salvo, pero su calor aminoraba su amargura —creo que Yoongi y Jimin son buenos amigos ahora. Están juntos en Japón. Al menos no arruiné nada entre ellos —se le revolvió el estómago ante una idea fugaz e incómoda —supongo que ahora podré hablar con mi hermano, ya que él único al que Jimin no le habla es a mi.

TRUST ME [ Yoonmin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora