032. Confía en mí

433 67 73
                                    

La tarde anterior transcurrió ligera después de hablar con Moonbyul.

Jimin volvió a casa con los bolsillos llenos de una promesa brillante y un papel lleno de números que simbolizaban la libertad. Si bien no tenía idea de qué hacer, el aire se sintió menos denso, más afable. Permitió que las imágenes y torrente de pensamientos variados llenaran su cabeza, deseaba no reprimirlos más con la esperanza de que ahí, escondido bajo la tonelada de preocupaciones, dolor, angustia, anhelo y quien sabe cuantas emociones más, se encontrara su respuesta.

De camino a casa compró una caja de paletas de helado, había fresa, limón, té negro, taro, uva también; abrió esta última y la llevó a su boca, saboreando por primera vez en dos semanas el recuerdo de Yoongi junto a él en su cama, intoxicados de libertad y ajenos a la fiesta de navidad.

Yoongi. Él era un buen comienzo para ordenar su vida, sin embargo optó por el segundo nombre en su cabeza, era el único que podía ayudarlo realmente. Moría por verlo, sin embargo, consciente de lo mucho que había acaparado las horas de su mejor amigo en los últimos días, se dijo que escuchar su voz sería suficiente para sentirle como si estuviera ahí, junto a él, cubriendole con uno de sus abrazos tan reconfortantes marca Taehyung.

—Taetae.

Pero si es mi mochi favorito.

Taehyung pudo escuchar la risilla al otro lado de la línea, también darse cuenta de que su amigo se había puesto cómodo en algún espacio de donde quiera que se encontrara.

—¿Tienes un momento?

—Salí por un café, te escucho.

—Quisiera verte pronto, pero no te quitaré mucho tiempo ahora —hizo una pausa para terminar de una gran mordida el resto de la paleta que estaba entre sus manos —solo quiero preguntarte, ammm... ¿De verdad crees que está bien si renuncio?

No esperaba la pregunta, por ello se detuvo junto a la máquina de café y sopló el líquido caliente un par de veces antes de responder.

Por supuesto que sí, no tienes porque seguir ahí si eso no te hace feliz. Nadie te culpará si lo dejas, y si el bastardo de tu padre se atreve a castigarte, yo te hago un espacio en mi departamento.

Si es que había alguna duda de que Taehyung era la persona correcta para liberar sus inquietudes, Jimin lo confirmó en breves segundos.

—Eres el mejor, ¿te lo había dicho? —casi pudo imaginar el gesto orgulloso de su amigo, lo suficiente para amortiguar el suspiro amargo —Tae, creo que estoy listo para dejarlo ir. Siento que este lugar me ha quitado más de lo que soy capaz de soportar. Tengo los nervios a flor de piel y mucho miedo de volver a recaer.

—Hey, no temas, tu eres fuerte, yo lo sé.

—Lo soy porque te tengo a ti, siempre has estado conmigo, lo siento mucho si a veces no te lo dejé ver, ya sabes, lo importante que eres para mi.

No digas tonterías, ¡claro que lo sé! no puedes vivir sin mí. —rieron al unísono, agradecidos y necesitados de un momento de paz. —Entonces, ¿lo dejarás?

—Eso creo, quiero tomarme unas vacaciones.

Es un buen comienzo, no tienes que tomar grandes decisiones ahora.

Jimin asintió, se tragó otro suspiro, el aire se sentía tan diferente que temía desperdiciarlo.

—¿Qué opinas de Nueva York? irme a perder un rato.

¡Hazlo! —abandonó su vaso con café en la barra más cercana, necesitaba su mano libre para despeinar sus cabellos con un sentimiento semejante al de su amigo, era alivio puro —¿Te sientes mejor ahora? te noto más animado.

TRUST ME [ Yoonmin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora