012.1 Decisiones

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La parte difícil de una crisis, es que, si tenía suerte, las secuelas se extendían por un par de horas después, otras, cargaba con una pesadez y paranoia tremenda que amanecía junto a él en su cama hasta el día siguiente.

Ese día en particular se había despertado tarde y tomado una ducha con una velocidad salida cómic, y tan pronto como estuvo a punto de saborear la victoria de haber llegado a tiempo a la oficina, su pesadilla comenzó.

—No puede ser, no puede ser, no puede seeeeeer.

Luchó contra el impulso de revolverse la melena y a cambio decidió llenar sus pulmones con la vista fija en el techo blanco que parecía reírse de él; con las prisas por salir de casa, había olvidado su laptop sobre la mesa de noche, y si repasaba las posibilidades, ninguna era útil en realidad.

¿Pedirle a Hwasa que se la trajera? Ella no estaba cerca de su casa para hacerlo.

¿Hablar con Jungkook o Taehyung para que salieran al rescate? imposible.

Tenía una presentación que hacer en no más de quince minutos y Jimin no podía estar más frito que el pollo que solía disfrutar con cerveza junto a su mejor amigo.

Pero sí que había una opción. Y esa... esa maldita opción era la última que pensaría en tomar.

Y también era su única salvación.

–¡Por favor! –intentó no sentirse demasiado humillado mientras hacía una enorme reverencia y una plegaria con sus manos –olvidé mi laptop y necesito la presentación para la junta que tenemos en unos minutos. ¿Me podrías prestar la tuya?

Yoongi lo miró a ceja alzada, ¿Qué idiota olvidaba su herramienta de trabajo más importante? Podría haberse negado, dejar que Jimin se las arreglara con el comité, pero un denso sentimiento que parecía haberse instalado en la boca de su estómago le hizo suspirar.

–Está bien. Tómala.

–¡Muchas gracias! –Jimin le dedicó una sonrisa que, además de radiante, se sintió sincera, y Yoongi no hizo más que aclararse la garganta como respuesta desinteresada de su parte.

Mientras tanto Jimin, corrió a tomar la laptop del otro e inició sesión en su nube personal, por suerte solía dejar sus archivos siempre en línea, de lo contrario estaría perdido.

Estaba tan ocupado regocijándose en su salvación que no pudo notar la mirada analítica de Yoongi sobre él, pues el menor de ellos se preguntaba por qué carajos Jimin limpiaba obsesivamente la superficie de la computadora con una toallita desinfectante si de todas formas el otro llevaba guantes puestos. ¿No era un poco —MUCHO —, exagerado de su parte? ¿Debería sentirse ofendido porque Jimin insinuaba sin palabras que su computadora estaba sucia?

Como fuere, la sensación incómoda se disipó cuando la junta con el comité resultó ser un éxito ante un Jimin más enfocado y apasionado en la presentación, y, tan pronto ambos se quedaron solos, el mayor le entregó a Yoongi su computadora con una reverencia que no supo a exageración por el alivio dibujado en el rostro de éste.

—Me salvaste, gracias.

—Amm, sí, ten más cuidado la próxima vez.

Otro día Yoongi no habría tenido problema de responder con un "No lo hice por ti" pero ahí estaba nuevamente, la incomodidad en la boca de su estómago, el recuerdo de las manos lastimadas de Jimin y el conocimiento de que había estado hospitalizado por días y él aún no tenía una respuesta a la incógnita; ¿Qué le había pasado? ¿Y por qué en el fondo sentía un poco de culpa?

Por su parte, Jimin abandonó el edificio a paso apresurado y cruzó la calle hacia la cafetería donde Jungkook lo esperaba ya.

—¡Hey! —el mayor lo recibió con un beso corto en los labios y señaló el par de vasos con café caliente sobre la mesa.

TRUST ME [ Yoonmin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora