017. tokyo

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Nueva entrada de blog | 21:01

¿Cuándo terminará esta incomodidad que siento en el pecho?
No hacía falta que Kihyun me lo dijera, sé que tengo que hablar con él y de verdad quiero hacerlo, supongo que no he dejado de ser el cobarde que huye de lo que le causa temor.

¿Por qué lo hiciste, idiota?
¡Yo confíaba en ti! y por mucho que quiera deshacerme de ésta sensación molesta en el pecho, no puedo. Estoy muy enojado contigo, conmigo.


No miento cuando digo que quisiera mandarte al diablo por ocultarme la verdad pero una parte de mí quiere conocer tus motivos, justo así como me juraste que tenías tus razones. Y yo tengo tantas preguntas que se niegan a tomar forma o sentido, que dormir se ha vuelto un deseo cada vez más imposible.

Despierto y me pregunto, ¿Todo lo que vivimos fue real?

No puedo ignorar que desde que llegaste a mi vida las cosas se volvieron sencillas. Fue fácil confiar en ti. Pero tan pronto pienso en ello todo se distorsiona. ¿Fue solo una actuación?

Necesito pensarlo un poco más. Al menos me debes eso, tiempo.

Y Yoongi.

Dios, tampoco sé qué hacer contigo. Siento que volví a la línea de inicio.

No puedo más con este dolor de cabeza con apellido Min.

...

Apestaba a Seokjin.
Apestaba a Namjoon.

Jimin golpeó su frente un par de veces contra la madera mientras su mano enguantada sujetaba con fuerza el pomo de la puerta, deseando que al igual que en Harry Potter, un mundo mágico se revelara ante él tan pronto reuniera las fuerzas para entrar.

Pero ese no era otro universo y no había magia. En su lugar estaba un Yoongi a no más de diez pasos de él, con las maletas de ambos en el suelo y un gesto inexpresivo, de esa categoría donde él parecía ser el campeón; mandíbula firme, una línea en sus pequeños labios, y dos cejas que en ese momento se contraían al centro como un reflejo de la voz que quería salir y él luchaba para no dejarla salir. Al menos no de nuevo, pues las primeras veces donde lo intentó y Jimin lo ignoró rotundamente, habrían sido suficientes para todo aquel que no encontrara placer en ser ignorado.

—¿Qué pasa?

No obstante, la ausencia de respuesta detuvo a Yoongi de las sospechas que tenía en su mente y que habían tomado forma de un mal presentimiento desde que abordó su vuelo en Corea del Sur; ahí había gato encerrado y ese mismo animal apestaba a Namjoon y concretamente a su primo y pareja de éste.

Esa mañana tan pronto pisó el suelo del país del sol naciente, Yoongi abrazó la convicción de acorralar a Jimin y obligarlo a responderle algo más que los buenos días, monosílabos o las charlas exclusivas de trabajo. Pues parecía que no bastaba con el silencio y las evasivas por parte de su hermano Hoseok, ahora él y Jimim parecían haber caído accidentalmente por un abismo que los llevó a la línea de inicio, ahí donde sólo conocían la rivalidad y cortesía forzada.

Pero era extraña la forma en que obraba el destino. Un día deseas con toda el alma solucionar los asuntos con tu compañero de oficina, y al otro, ambos se encontraban en otro país, solos por una semana y compartiendo la misma habitación.

¿Qué clase de mala broma era esa?

Ni todo el dinero salido de la billetera de Jimin o sus tarjetas de crédito, lograron convencer al gerente de sonrisa amable y actitud inamovible que explicó una y otra vez como su inglés y acento le permitieron, que la reservación estaba hecha para una sola habitación.

TRUST ME [ Yoonmin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora