Cadenas inquebrantables || KilluGon || Yaoi

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- ¿Que tengo qué? -preguntó, alucinado, dejando a medias mi trabajo de limpiar los libreros.

- Ya he tomado mi decisión, Gon. Necesitamos su ayuda. Tal vez él sabe algo que nosotros no para levantar un negocio. Es decir, su familia es adinerada, de seguro él sabe algo también, después de todo, él es el heredero de la fortuna de su familia.

- De verdad vamos a pedir su ayuda...

- No tenemos nada que perder. Estuve investigando como pude ayer en la noche sobre Killua, y al parecer él está aprendiendo a como manejar el negocio de su familia. Estoy segura que al menos debe saber lo necesario para ayudarnos. Tal vez no a ser reconocidos, pero sí ayudarnos a prosperar aunque sea un poco.

Gon bajó la mirada, pensativo.

- ¿Qué sucede? -preguntó Mito.

Mito se le quedó mirando por un rato, y, al suponer una cosa, se preocupó y luego prosiguió:

- ¿Él no te agrada o algo así?, ¿Te hizo daño?

- ¿Qué? No -respondió apresurado.

- ¿Entonces?, ¿Por qué tienes esa cara?

- Por nada... Simplemente... no sé... no me siento seguro de esa idea. Yo... ni siquiera conozco a Killua, no sé nada sobre él por más que hemos estado en el mismo salón.

<<Simplemente... no lo quiero cerca de mí. No porque lo odie... solo... ya no quiero estar más tiempo confundido. De lo que diga Retzu... de lo que pienso...>>

Hubo un silencio corto.

- Gon. Te lo iba a decir ayer al llegar, pero... No podemos seguir así. 

- ¿Qué quieres decir? -preguntó, sintiéndose preocupado por su tono de voz.

- Intentamos tener esperanza, pero no hemos estado consiguiendo nada. Y mantener el local... cada vez es más caro... incluso vivir aquí y alimentarnos... ya me está resultando un poco caro también. Apenas ganamos para el negocio al fin de mes... o para la luz, el agua...

-¿Tenías planeado vender el local? -interrumpió con indignación.

Mito tragó en seco y suspiró, tomando sus hombros

-No solo venderlo... Tenía planeado aceptar la propuesta de Shezen.

-¿No estarás hablando en serio no tía? -inquirió, viéndose molesto, y soltándose de su agarre-. No con esa señora.

-Esa era la idea, Gon -interrumpió, volviendo a tomar sus hombros. Ella cruzó su mirada con la suya, notándose esperanzada-. Pero si hay otra oportunidad... Ya sea para el negocio... para tu abuela... o por ti... Quisiera tomarla, mi niño.

Gon no pudo evitar sentir algo removerse en su pecho. Las manos de Mito sujetaron sus mejillas para que la viera fijo.

- Quiero que tengas una mejor vida que esto. Quisiera que... estudiarás en una buena universidad lo que más te guste. Quiero que seas feliz...

Mito soltó sus mejillas y Gon aprovechó para bajar la mirada y meditar la situación.

- Hay que intentarlo, ¿sí? Todos podemos ser mejores si lo intentamos. Por más que la vida sea dura y nos trate de pisotear, debemos seguir firmes. Demostrémosle a Shezen que el odio no lleva a ninguna parte, ¿sí?

Gon, sin poder negarse, suspiró rendido. Más que nada porque sí quería hacer callar a esa vieja y a Retzu.

- Está bien. Hoy le diré a Killua cuando vaya a la escuela.